Un monumental escándalo de corrupción ha provocado que Umberto Bossi, el líder histórico de la Liga del Norte, se haya visto obligado a presentar su "dimisión irrevocable" como secretario general de ese partido.
Bossi se encontraba entre la espada y la pared al trascender que Francesco Belsito, el tesorero de la Liga del Norte que está siendo investigado por la Justicia italiana por delitos que van desde el blanqueo de dinero a la malversación de fondos públicos. Desviaba ingentes sumas de dinero procedentes de los fondos electorales a mantener el tren de vida del líder y de toda su familia. Incluido un coche nuevo para uno de los hijos del líder, sus matrículas y gastos universitarios o el arreglo de la terraza de la casa familiar.
Las interceptaciones telefónicas realizadas a Belsito por orden de la Fiscalía de Nápoles no dejan lugar a dudas sobre el constante chorreo de dinero que el tesorero de la Liga destinaba a la familia del líder. La lista de pagos, de la que detallada cuenta el propio Belsito en una conversación con la secretaria de Bossi en la que le advierte de que le diga al jefe que "Si yo hablo, acabáis con las esposas puestas", es absolutamente interminable.
Incluye, por ejemplo, "los gastos de las tres licenciaturas pagadas con el dinero de la Liga", "el dinero para el diploma de Renzo" (uno de los hijos de Umberto Bossi), "los 670.000 euros para 2011", "los coches alquilados por Riccardo Bossi (otro de los hijo del líder de la Liga), entre los que se incluye un Porsche", "las facturas para pagar al abogado de Riccardo Bossi", "una casa en alquiler en Brescia", "300.000 euros destinados a la escuela Bosina di Varese" donde Manuela Marrone (la mujer de Bossi) educa a las nuevas generaciones de leguistas, "el último coche para el príncipe" (en alusión a Enzo Bossi, ojito derecho de su padre), "los 151.000 euros en gastos en efectivo para los muchachos de Renzo" (se conjetura con que se pudiera tratar de su escolta), "el dinero para la reestructuración de la terraza"... Y así suma y sigue.
"Presento mi dimisión por el bien del movimiento y de los militantes. La prioridad es el bien de la Liga y continuar la batalla", aseguraba Bossi al anunciar su renuncia durante el consejo federal de su partido. La Liga del Norte, que logró su primera representación electoral hace ahora 20 años, siempre se ha distinguido por su ideología xenófoba, por su desprecio absoluto del sur de Italia y por su repulsión hacia la clase política tradicional. Su grito de guerra siempre ha sido "¡Roma ladrona!", en alusión a la apropiación indebida de fondos públicos por parte de la clase política.
Al frente de la Liga del Norte estará a partir de ahora un triunvirato compuesto por el secreatrio nacional del partido, Roberto calderoli, el ex ministro del Interior Roberto Maroni y la parlamentaria Emanuela Dal Lago.
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