El Cairo, 21 mar (PL) El Parlamento Árabe propuso congelar las relaciones comerciales y económicas con Rusia por su postura ante el conflicto en Siria, mientras debate hoy el posible reconocimiento de la oposición al gobierno de Bashar Al-Assad.
La postura del ente consultivo quedó plasmada en un comunicado difundido a medios de prensa en El Cairo, sede permanente de la organización panárabe, donde expertos también analizan este miércoles pormenores de la 23 reunión ordinaria de jefes de Estado en Bagdad.
El presidente del Parlamento, Salem Al-Daqbassy, suscribió la postura hostil del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores hacia el Gobierno de Al-Assad y de respaldo incondicional a la oposición armada que Damasco tilda de terrorista.
Al-Daqbassy urgió a los 21 Estados activos en la LA (Siria está suspendida) a cortar el intercambio comercial y económico con Moscú, al que acusó de obstaculizar, con su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, gestiones diplomáticas internacionales contra Damasco.
Rusia y China hicieron uso de su poder de veto en ese órgano de las Naciones Unidas y bloquearon un proyecto de resolución promovido por Occidente para proponer mayores sanciones y acciones coercitivas contra el gobierno sirio, ignorando la responsabilidad de los opositores.
Al respecto, el titular del ente legislativo árabe pidió a los gobiernos de esa comunidad que envíen con urgencia ayuda humanitaria, financiera y de otro tipo a los heridos y desplazados sirios.
En clara injerencia en los asuntos políticos internos de Siria, Al-Daqbassy recabó unidad de los Estados árabes para apartar del poder al presidente Al-Assad, "bien de manera voluntaria o por la fuerza", lo que dejó abierta la posibilidad de suministrar armas a los sublevados.
La postura del titular parlamentario se alineó con la de las monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, en particular Arabia Saudita y Catar, favorables a proporcionar más arsenales a los opositores sirios para combatir a las fuerzas gubernamentales.
Además, irrespetó así la letra del acuerdo de cinco puntos anunciado el 10 de marzo en esta capital entre los cancilleres árabes y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, uno de los cuales llama a "detener todo tipo de violencia de cualquiera de las partes" en el conflicto.
El pacto valoró "inaceptable" cualquier tipo de interferencia militar en Siria, llamó a crear un mecanismo "absolutamente neutral" para monitorear la situación sobre el terreno, y a proveer ayuda humanitaria "para todos los sirios, sin excepción".
Al-Daqbassy favoreció también el reconocimiento del denominado Consejo Nacional Sirio (CNS) como único representante legítimo del pueblo sirio, una postura sobre la cual se tomarán decisiones tras una sesión prevista para este miércoles aquí.
La postura del ente consultivo quedó plasmada en un comunicado difundido a medios de prensa en El Cairo, sede permanente de la organización panárabe, donde expertos también analizan este miércoles pormenores de la 23 reunión ordinaria de jefes de Estado en Bagdad.
El presidente del Parlamento, Salem Al-Daqbassy, suscribió la postura hostil del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores hacia el Gobierno de Al-Assad y de respaldo incondicional a la oposición armada que Damasco tilda de terrorista.
Al-Daqbassy urgió a los 21 Estados activos en la LA (Siria está suspendida) a cortar el intercambio comercial y económico con Moscú, al que acusó de obstaculizar, con su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, gestiones diplomáticas internacionales contra Damasco.
Rusia y China hicieron uso de su poder de veto en ese órgano de las Naciones Unidas y bloquearon un proyecto de resolución promovido por Occidente para proponer mayores sanciones y acciones coercitivas contra el gobierno sirio, ignorando la responsabilidad de los opositores.
Al respecto, el titular del ente legislativo árabe pidió a los gobiernos de esa comunidad que envíen con urgencia ayuda humanitaria, financiera y de otro tipo a los heridos y desplazados sirios.
En clara injerencia en los asuntos políticos internos de Siria, Al-Daqbassy recabó unidad de los Estados árabes para apartar del poder al presidente Al-Assad, "bien de manera voluntaria o por la fuerza", lo que dejó abierta la posibilidad de suministrar armas a los sublevados.
La postura del titular parlamentario se alineó con la de las monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, en particular Arabia Saudita y Catar, favorables a proporcionar más arsenales a los opositores sirios para combatir a las fuerzas gubernamentales.
Además, irrespetó así la letra del acuerdo de cinco puntos anunciado el 10 de marzo en esta capital entre los cancilleres árabes y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, uno de los cuales llama a "detener todo tipo de violencia de cualquiera de las partes" en el conflicto.
El pacto valoró "inaceptable" cualquier tipo de interferencia militar en Siria, llamó a crear un mecanismo "absolutamente neutral" para monitorear la situación sobre el terreno, y a proveer ayuda humanitaria "para todos los sirios, sin excepción".
Al-Daqbassy favoreció también el reconocimiento del denominado Consejo Nacional Sirio (CNS) como único representante legítimo del pueblo sirio, una postura sobre la cual se tomarán decisiones tras una sesión prevista para este miércoles aquí.
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