El riesgo sísmico en la planta nuclear de Fukushima ha aumentado después del terremoto de magnitud 9 que afectó a Japón
el pasado mes de marzo. Un nuevo estudio, publicado en la revista de la
Unión Europea de Geociencias (EGU, por sus siglas en inglés) 'Solid
Earth', y que ha utilizado datos de más de 6.000 terremotos, demuestra
que el temblor de 11 de marzo ha reactivado una falla sísmica cerca de
la central nuclear.
La investigación sugiere que las autoridades japonesas deben reforzar la seguridad de la central nuclear de Fukushima
para que pueda soportar terremotos de gran tamaño que puedan suponer
una nueva amenaza directa para la región. La prefectura en la que se
encuentra la planta fue testigo de uno de los peores desastres nucleares
de la historia después de haber sido arrasada por un terremoto de
magnitud 9 y un tsunami con olas de hasta 30 metros.
El epicentro del seísmo que azotó Japón el 11 de marzo de 2011 estaba
en el fondo del mar a unos 160 km de la costa de Fukushima. Los autores
del trabajo, pertenecientes a universidades de Japón Y China, concluyen
que podría ocurrir en el futuro uno mucho más cercano a la costa en la
que se encuentra la central de Fukushima.
La posibilidad de un nuevo gran terremoto
"Hay algunas fallas activas en el área de la central nuclear y
nuestros resultados muestran la existencia de anomalías estructurales
parecidas bajo las zonas de Iwaki y la de Fukushima. Teniendo en cuenta
que hubo recientemente un gran terremoto en Iwaki, creemos que es posible que pueda ocurrir en esta zona un seísmo de fuerza similar al de Fukushima", dice el director de la investigación Dapeng Zhao, profesor de geofísica de la universidad japonesa de Tohoku.
El 11 de abril de 2011, un terremoto de magnitud 7 en Iwaki se
convertía en la réplica más potente del terremoto del 11 de marzo y su
epicentro estuvo tierra adentro. Ocurrió 60 km al suroeste de la central
nuclear de Fukushima.
La investigación demuestra que el terremoto de Iwaki fue provocado
por los fluidos en movimiento ascendente desde la zona de subducción de
la placa del Pacífico hacia la corteza terrestre. La placa del Pacífico se mueve bajo el noreste Japón,
lo que aumenta la temperatura y la presión de la roca en ella. Esto
conduce a la eliminación del agua de los minerales, generando fluidos
que son menos densos que la roca circundante. Estos fluidos se mueven
hasta la corteza superior y pueden alterar las fallas sísmicas.
"Los líquidos ascendentes pueden reducir la fricción de una parte de una falla activa por lo que pueden apretar el gatillo para causar un terremoto de gran magnitud.
Esto, junto con las variaciones de tensión causadas por el evento del
11 de marzo, es lo que causó el temblor de Iwaki", dice Ping Tong, autor
principal del artículo.
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