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jueves, 1 de diciembre de 2011

Dos nuevas denuncias vinculan muertes con recortes en Cataluña

Arrecia el goteo de denuncias que vinculan muertes de pacientes con los recortes que la Generalitat ha aplicado este año en sanidad pública y especialmente en los hospitales, donde el cierre de camas y quirófanos ha colapsado las urgencias y disparado las listas de espera. Ginés M., de 51 años, falleció por una hemorragia cerebral en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona tras esperar que le realizaran una resonancia magnética que solo se le practicó seis días después, cuando empezó a sangrar por la nariz minutos antes de morir; Cristina R. G., de 28 años, ingresó en el hospital de Sant Pau embarazada de 34 semanas con una infección abdominal que no pudo operarse de urgencia por problemas con el suministro eléctrico. El retraso, de unas 30 horas, provocó supuestamente la muerte fetal por la infección. Así consta en las dos denuncias presentadas ayer por la Asociación el Defensor del Paciente (Adepa) y que los afectados achacan directamente a los ajustes de la Generalitat, supuesto que deberá dilucidarse en los juzgados.

"No se trata de negligencias, son recortes. Mi marido murió en el hospital porque no tenían camas libres", resumió la esposa del fallecido, Maria del Carmen M. Los hospitales afectados rechazaron realizar comentarios sobre sendos casos "por respeto a la confidencialidad de los pacientes". El departamento de Salud que dirige Boi Ruiz, por su parte, replicó a última hora que considera "irresponsable" atribuir estos casos a los recortes "sin datos que lo fundamenten". "De forma puntual pueden producirse disfunciones en los servicios sanitarios", justificó Salud. "Las actuaciones se basan siempre en criterios asistenciales", añadió un portavoz del Vall d'Hebron. Se trata del mismo centro que ya ha sido denunciado en una causa que se halla en fase de instrucción por la muerte de una mujer por una aneurisma tras haber retrasado la operación durante días por el colapso en los quirófanos. En este segundo caso de fallecimiento irregular de un paciente, causa que ha sido registrada ya ante los juzgados de instrucción de Barcelona, el centro demoró durante casi una semana la realización de una prueba para diagnosticar una patología que resultó mortal.

Ginés M., que padecía espasmos y movimientos incontrolados en un brazo, ingresó en el hospital el pasado 24 de octubre sobre las 22 horas. Al día siguiente le realizaron varias pruebas, entre ellas un TAC. En él se apreciaron varias lesiones, pero los médicos señalaron que requerían una resonancia para calibrar el diagnóstico, según relata la denuncia. La urgencia, prosigue la sentencia, no podía realizarse en urgencias por lo que el paciente tuvo que esperar al día 27, jueves, para ser ingresado en una habitación convencional. "No tenían camas porque muchas estaban cerradas por los recortes de la Generalitat", aseguró entre sollozos la esposa del fallecido. Aún así, la resonancia se dejó para pasado aquel fin de semana. A la mañana del domingo día 30, sin embargo, el estado de Ginés M. se agravó con vómitos y hemorragias nasales. A las 11 de la mañana los médicos señalaron que realizaban "un escáner", detalla la denuncia. El resultado evidenció una hemorragia cerebral y que ya era demasiado tarde. "No se puede hacer nada", detalla que dijeron los médicos el texto de la denuncia. "¿Toda la vida pagando por la sanidad pública y cuando la necesitas pasa esto?", lamentó ayer Maria del Carmen acompañada de su hija.

"Nosotros hemos tenido suerte, ella está viva...", detalló Andrés P., esposo de la mujer que sufrió un abortó tras una infección. "Pero nos hemos quedado sin el bebé", remató. Cristina R. padeció una infección abdominal estando embarazada de más de ocho meses. Ingresó en el hospital Sant Pau en el momento más drástico de los recortes: en la madrugada del pasado viernes 1 de julio. Ningún cirujano pudo visitarla porque "estaban en el quirófano", señaló Andrés. Al día siguiente, minutos después de que ingresara en el quirófano, un empleado advirtió que no podrían operar por cortes de luz en la sala. "Por incidencia técnica en quirófano (fallo del sistema de iluminación de los quirófanos)", detalla el parte médico del hospital. Este centro no empleó el equipo de emergencia sin más explicaciones. La noche del 3 de julio, tras otro día con dolores y vómitos, se le realizó una cesárea y se le extrajo el bebé con parada cardiorrespiratoria. El pequeño falleció a las 4.46 del 4 de julio. "Al menos doy las gracias porque mi mujer ha salvado la vida", se consoló Andrés. El afectado está a la espera de pruebas periciales para presentar una querella penal.

"Deberían imputar a los que gestionan solo pensando en los recortes sin pensar en las personas", señaló la presidenta de Adepa, Carmen Flores.

Un aneurisma en proceso judicial

La primera denuncia por un fallecimiento supuestamente atribuible a los recortes de la Generalitat se halla ya en fase de investigación judicial en el Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, cuya magistrada ha reclamado ya toda la documentación sobre el caso a los cuatro hospitales de Cataluña que atendieron a la fallecida.

María del Carmen Mesa, de 65 años, ingresó el pasado 7 de septiembre en el Hospital Comarcal de Blanes (Girona) afectada por una aneurisma. La fecha coincide con el periodo en que la Generalitat aplicó los recortes más severos coincidiendo con el verano: cierres de quirófanos, camas, y reducciones de los turnos de guardia y horas extra del personal sanitario que el Gobierno catalán mantuvo hasta octubre.

En el hospital gerundense, Mesa inició una odisea que la tuvo en espera 65 horas por falta de quirófanos y medios técnicos. La mujer no fue intervenida hasta la medianoche del día 9 en el Clínic y regresó después al Vall d'Hebron, donde la maquinaria no funcionaba por "fallos técnicos", según el hospital. El día 16 murió, pese a que el centro hospitalario defiende que se intervino a la paciente antes de las 72 horas que fija el protocolo de actuación para este tipo de dolencia.

La querella de la familia subraya que la demora se debe a los recortes aplicados por la Generalitat catalana.

La sanidad catalana, en el ojo del huracán

- Desde el cambio de Gobierno en Cataluña (diciembre de 2010) se han sucedido los recortes y las protestas. El tijeretazo en sanidad ha sido importante.

- Enero. El consejero de Salud, Boi Ruiz, anuncia que no se construirán más hospitales, se reducirán servicios y se privatizará parte de la gestión. En sanidad el recorte será de 850 millones.

- Febrero. Salud anuncia que paralizará 14 obras, siete nuevos hospitales y siete ampliaciones. Además, cinco hospitales (como el de Sant Pau o el de Bellvitge) empiezan a cerrar quirófanos.

- Marzo. El hospital Clínic de Barcelona cierra una parte de sus urgencias. El de la Esperança clausura todo el servicio.

- Julio. La Generalitat decide clausurar en verano 40 centros de atención primaria, el 10,9% del total. Además, la Generalitat cierra una de cada cuatro camas hospitalarias hasta octubre. El recorte por la Generalitat que preside Artur Mas deja fuera de servicio también 34 ambulancias.

- Septiembre. La Generalitat declara que debe ahorrar 77 millones antes de fin de año. Para ello, dejará al mínimo los mayores hospitales públicos durante la semana del puente de la Constitución. La medida se añade al cierre ya ejecutado de ambulatorios, camas y ambulancias y se aplicará al menos un día entre el 5 y el 11 de diciembre.

- Noviembre. Mas anuncia que quiere implantar una tasa por receta médica. Mientras, los hospitales públicos, tras 10 meses de recortes, se han visto forzados a reducir su actividad: las operaciones quirúrgicas han caído entre el 30% y el 40%; la lista de espera ha aumentado el 23% hasta junio.


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