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jueves, 24 de noviembre de 2011

Panamá El retorno de Manuel Antonio Noriega



Manuel Antonio Noriega asumió el poder directo de Panamá a los dos años del atentado contra el General Omar Torrijos Herrera, hecho ocurrido el 31 de julo de 1981, en una operación denominada
Halcón en vuelo, organizada por al CIA con la activa participación de su hombre en Panamá: Manuel A. Noriega, que para ese entonces dirigía los organismos de seguridad del Estado, mejor conocido como G-2. Noriega fue reclutado por la CIA cuando estudiaba en la Academia Militar El Chorrillo, en Perú. Le sirvió a los Estado Unidos en el tráfico de armas y de drogas por Panamá. Su participación en la guerra de Irán Contra, actividad promovida por el gobierno de Reagan y desarrollada por Oliver North, fue notoria. Todo el arsenal bélico que utilizó Noriega para la represión interna fue suministrado por el Pentágono. Como una gaznatada a los panameños fue la ayuda militar por 30 millones de dólares de los Estado Unidos al Dictador, justo después de finalizar la primera protesta masiva contra el régimen dictatorial durante noviembre y diciembre de 1984, conocida como Coordinadora Civilista Nacional, dirigida contra la primera medida fondomonetarista impuesta en América Latina: la ley de servicios, por el recién electo presidente de Panamá, Nicolás Ardito Barleta, que venía de la vicepresidencia del Banco Mundial y fue impuesto por los Estados Unidos y la Dictadura, en uno de los peores fraudes de nuestra historia. Es de notar que ese movimiento fue dirigido por médicos y educadores, capas medias de la sociedad panameña. Para esa fecha ya los EEUU tenían el indictment (procesamiento judicial) contra Noriega, pero esperaron hasta que un nuevo movimiento masivo, la Cruzada Civilista Nacional, dirigido por los Sectores Empresariales, sobre todo los vinculados al Capital Financiero e Importador, hiciera su aparición en el escenario público en 1997. Lo que derramó el vaso fue el otro fraude que se realizó en 1989. Ya el país estaba desestabilizado, con un Noriega impotente para el control. El ideal de los EEUU es que Panamá sea un país despoblado, que funcione sólo el Canal y el Centro Financiero. Un país creciente de indignados puede poner en peligro ambas actividades, claves para los EEUU. Por eso se aseguraron de incluir en los Tratados Canaleros Torrijos Carter, una clausura que les permite intervenir en Panamá cuando ellos así lo estimen. Poco antes de la invasión, los candidatos perdedores en las elecciones de 1989, procedentes de los partidos tradicionales y el Partido Demócrata Cristiano, tomaron posesión de sus cargos en una base militar de los EEUU, en uno de los actos más humillantes para la dignidad nacional.

Noriega fue procesado en los EEUU, paradójicamente, por narcotraficante, y en Francia, por lavado de dinero. En Panamá fue condenado en ausencia por la decapitación del médico Hugo Spadafora Franco y por la masacre de Albrook donde ordenó ejecutar a un grupo de oficiales que se habían sublevado, dirigidos por el Mayor Moisés Giraldi, con la promesa incumplida del Pentágono. Acá en Panamá se está a la espera de esa condena. Sin embargo, los estrechos nexos entre Noriega y Ricardo Martinelli Berrocal, Presidente de Panamá, señalan que el camino va ser diferente. Ya Martinelli Berrocal le preparó una lujosa suite en la cárcel: aire acondicionado, pantalla de televisión plana, área de recibo, alfombras, etc., etc. Eso es una clara violación de la Constitución Política de la República de Panamá que impide fueros y privilegios. Se le va a dispensar a un asesino en serie un trato preferencial. Pero al parecer, Martinelli Berrocal paga sus favores. Fue Noriega quien le dio la mano para entrar al mundo empresarial, al comprar el primero de una cadena de supermercados, que lo ha llevado a acumular una enorme fortuna por medios aún no aclarados. Noriega formó parte activa de la Mafia Internacional. Ricardo Martinelli Berrocal también pertenece a esa Mafia. Los panameños esperamos que se aclaren esos nexos y se determine, hasta el último centavo, la fortuna del presidente de Panamá.

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