La huelga del sector público amenaza con paralizar hoy Gran Bretaña

La huelga del sector público amenaza con paralizar hoy Gran Bretaña. Más de dos millones de trabajadores secundarán previsiblemente el paro que afectará sobre todo a las escuelas, a los hospitales, a los servicios sociales y a los aeropuertos.

El paro está convocado contra los recortes del Gobierno de David Cameron (que amenazan con dejar en la calle a 710.000 trabajadores públicos) y los planes para retrasar la jubilación a los 67 años y aumentar en un 3% la contribución de los funcionarios a la Seguridad Social.

Los sindicatos han vaticinado "la mayor movilización social desde la huelga general de 1926", mientras que el primer ministro David Cameron ha condenado la "irresponsabilidad" de la convocatoria y ha prometido que hará "todo lo posible por mitigar los efectos del paro".

Entre otras medidas, y en previsión de que los agentes de aduanas se sumen a la huelga, decenas de soldados han sido desplegados en los aeropuertos de entrada en el país. En Heathrow, que ya vivió escenas de caos durante la huelga convocada a finales de junio, se esperan colas de cinco a seis horas en el control de pasaportes.

Las escuelas públicas han anunciado que cerrarán sus puertas. El ministro de educación, Michael Gove, ha acusado directamente a los sindicatos de "comprometer la recuperación económica del país" y ha asegurado que la huelga responde a "las ganas de pelea de un grupo de militantes".

Aunque los médicos y las enfermeras han sido de los últimos en apoyar el paro, varios hospitales públicos han advertido que hoy funcionarán bajo mínimos y sólo se atenderán las urgencias. Los servicios municipales, como la recogida de basura, también se pueden ver afectados, aunque se espera que el metro y los autobuses londinenses funcionen con relativa normalidad.

La huelga se produce tan sólo un día después de que el ministro de Finanzas, George Osborne, admitiera que el país está al borde de la recesión, con una expectativa de crecimiento reducida al 0,7% para el 2012 y el paro acercándose al 9% (22% entre la población juvenil). Osborne prometió nuevas medidas para estimular la economía y crear emplelo, aunque aventuró que los británicos tendrán que hacer frente a "seis años de austeridad".