.

.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Pelo, perros y vacas: los ladrones de EEUU se adaptan a la crisis

En la autopista de Fort Worth, en Texas, a Oklahoma City, los cajeros automáticos de las estaciones de servicio no dan dinero. En su lugar, le da a uno un recibo. A continuación, el cliente se va con el recibo al mostrador, donde un amable dependiente, tras un cristal blindado como el de un cajero de un banco, le da el dinero que ha solicitado.

Esa complicación es un ejemplo del coste de la inseguridad. En esa parte de Estados Unidos, los ladrones han adquirido el hábito de embestir con tráilers las estaciones de servicio, atar con cadenas al camión los cajeros y arrancarlos de cuajo. Así se llevan la máquina y el dinero de dentro, que es lo que les interesa. "Pero, si no hay dinero, sólo se llevan un cajero vacío", explicaba el pasado mes de junio a este periodista la empleada de una estación de servicio cerca del pueblo de Ryan, en Oklahoma, famoso por el hijo del ex alcalde: Carlos Ray Norris, más conocido como Chuck Norris.

'Walker', el policía de Texas al que dio vida Norris en la serie 'Walker, Texas Ranger' tendría hoy mucho trabajo en esa zona. No sólo porque los ladrones no asaltan a clientes de cajeros, sino directamente a cajeros. También porque se está produciendo una oleada de robos de ganado. Es un poco al estilo del Oeste, pero con métodos texanos y modernos: se embiste una cuadra con un camión y se lleva uno todo lo que hay.

Y lo que hay a veces es mucho. Más de 1.000 cerdos han sido robados en sendas granjas de los Estados de Iowa y Minnesota, más al norte de Texas y Oklahoma. El 20 de septiembre, cinco personas fueron arrestadas en el pueblo texano de Fredericksburg por un robo de 6.000 cerdos, valorados en 700.000 euros (el precio depende del animal; por ejemplo, un buen toro para rodeos llega a valer 170.000 euros en el pueblo de Ardmore, en Oklahoma).

El robo de ganado no es nuevo en Estados Unidos, un país enorme y con extensas áreas en las que no vive nadie y el ganado deambula a su aire. De hecho, la patronal de los ganaderos de Texas y Oklahoma (TSCRA, o Asociación de Criadores de Ganado de Texas y del Suroeste) tiene en nómina a 20 patrulleros para perseguir a los ladrones de animales.

La Justicia en Texas es cualquier cosa menos blanda. El viernes pasado, Michael Bradberry, del pueblo de Alto, en el este del Estado, fue condenado a 32 años de cárcel por robar ganado valorado en 70.000 euros. Considerando que Bradberry tiene 52 años, es posible que salga de la cárcel con los pies por delante.

Pero el robo de ganado, a pesar de esas condenas, se está disparando. ¿Por qué? Aparentemente, por la crisis económica. Texas y Oklahoma, gracias al petróleo y al gas natural, tienen casi pleno empleo, pero un enorme porcentaje de la población vive por debajo del nivel de la pobreza. En Texas, casi uno de cada cinco ciudadanos es calificado oficialmente como pobre, lo que en EEUU significa literalmente no tener para comer.

Delincuentes en la peluquería

Los ladrones estadounidenses también se adaptan a la crisis de otras formas. Por ejemplo, por medio del robo de perros. Según el Club de Perreras de Estados Unidos, el robo de perros para su posterior reventa creció un 221% en 2009 y otro 57% el año pasado. En los primeros siete meses de 2011 volvió a crecer un 63%.

Claro que lo más surrealista es lo que pasó en Chicago: un grupo de delincuentes entró en un salón de belleza y se llevó pelo valorado entre 70.000 y 90.000 dólares (de 50.000 a 65.000 euros). Ni siquiera tocaron la caja registradora, aunque también sustrajeron productos de belleza. La razón es que el pelo humano, que se importa normalmente de India y Malasia, está siendo cada vez más utilizado en pelucas y extensiones y es muy caro: un peinado con ese pelo natural no sale por menos de 400 dólares (288 euros). Según el diario 'Atlanta Journal-Constitution', un robo de este producto suele proporcionar una ganancia de entre 10.000 y 150.000 dólares (de 7.200 a 105.000 euros).

Así, los ladrones se están adaptando notablemente bien a la crisis: si el dinero cada vez vale menos, la carne de vaca, cerdo u oveja, el pelo y las mascotas cada día son más caros.

No hay comentarios: