Washington, 26 oct (PL) El presidente Barack Obama está obligado a insistir en la reforma de las leyes migratorias para recuperar posiciones con la comunidad latina y apuntalar su plan reelecionista, estiman hoy diversas fuentes.
Para grupos proinmigrantes, la mejor manera de que Obama atraiga ese voto es cumpliendo su compromiso de impulsar una reforma migratoria, detener las deportaciones, cambiar la política del programa Comunidades Seguras y aprobar el DREAM Act, destaca el diario californiano La Opinión.
Obama concluyó el martes una gira que lo llevó a Las Vegas, Nevada, y a Los Angeles, California, dos estados claves donde el voto de los hispanos puede inclinar la balanza a su favor.
Pero, está obligado a parar la caída de su popularidad entre la mayor minoría del país.
El mandatario llegó a Los Ángeles donde más del 50 por ciento de sus habitantes son latinos, cuando las encuestas muestran que su incumplida promesa de reformar la ley migratoria lo desacreditó entre estos pobladores.
En agosto su popularidad entre los latinos llegó apenas al 38 por ciento, incluso menor a la que registró su antecesor George W. Bush en 2004 con 44 por ciento.
Hace apenas tres años, el 67 de los votantes hispanos sufragó por el presunto presidente del cambio.
Según opina Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición Pro Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles (CHIRLA, por sus siglas en inglés) el futuro de la comunidad inmigrante y el futuro político de Obama están entrelazados.
El lunes, durante un acto de recaudación de fondos en la casa del actor Antonio Banderas, en el primer evento de ese tipo dirigido a los latinos, el presidente pidió ayuda a esa comunidad para alcanzar una asignatura pendiente de su administración: la reforma migratoria que legalice a 12 millones de personas.
Tenemos un sistema que no funciona y estamos haciendo todo lo posible administrativamente para tratar de disminuir el dolor y las dificultades que está causando, expresó el mandatario, aunque no explicó porque no presionó para el cambio cuando los demócratas dominaban el Congreso.
Ahora en la Casa Blanca Obama debe enfrentar las presiones de un electorado que no parece dispuesto a ceder en sus demandas y de seguro seguirá de cerca la posición del mandatario en un tema que se torna cada día más controversial, estiman comentaristas políticos. |
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