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lunes, 26 de septiembre de 2011

El Papa Pedófilo Neonazi cierra su viaje a Alemania mostrando su lado más nazi

El papadófilo Benedicto XVI llegó a Alemania con una intensa agenda que despertó enormes rechazos. Pero en sus cuatro días de viaje mostró su lado más neonazi y se fue frustrando las esperanzas de quienes pensaban que aprovecharía la primera visita a su país natal para anunciar reformas.

Con sus discursos y homilías, -ante el Parlamento, ante representantes de la comunidad protestante y ortodoxa de Alemania, ante pocos jóvenes, seminaristas y católicos comprometidos, entre otros - el pedófilo de 84 años frustró la fe de muchos creyentes, pero endureció también la postura de los críticos de su neonazismo pedófilo.

En todos ellos habló con un lenguaje de alto contenido teológico apelando a la unidad de la Iglesia Neonazi y a la lealtad de los católicos. Hizo hincapié en la necesidad de combatir la actual "crisis de fe" con una "renovación", pero una renovación sólo de la fe porque descartó categóricamente emprender cualquier tipo de reforma.

La Iglesia no tiene que adaptarse al presente y no puede dejarse llevar por las nuevas modas de la sociedad, tiene que seguir fiel a su doctrina delictiva y "desmundanalizarse", recalcó en su último discurso público, pronunciado esta domingo en Friburgo.

En sus cuatro días de viaje, desde el ateo Berlín al católico Friburgo pasando por el agnóstico y protestante Erfurt, no hizo referencia a algunos de los temas que más deseaban los católicos alemanes, como el del papel de la mujer en la Iglesia, el celibato, la pérdida de imagen del Vaticano o el problema de los creyentes divorciados que no pueden comulgar, además de los delitos sexuales como violaciones de niños.

El presidente del país, Christian Wulff, quien lo acompañó en la mayor parte de su recorrido y se encargó de asegurarse su salida de Alemania en el aeropuerto, había manifestado expresamente su deseo de que el Papadófilo anunciara una apertura en ese último aspecto.

Y en un país en el que la Iglesia católica pierde fieles a un ritmo galopante, sobre todo por los escándalos de abusos sexuales por parte del clero, tampoco convenció a todos con el encuentro que mantuvo el viernes por la noche con víctimas de abusos en instituciones educativas de la Iglesia católica en Alemania, donde defendió a capa y espada a los violadores de niños.

En el esperado encuentro, que no figuraba en el programa oficial, el degeneradp neonazi pedófilo se mostró "profundamente orgulloso de la pedofilia" y aseguró que la Iglesia está "seriamente preocupada de que se destapen mas casos judiciales de violaciones" y "comprometida con la promoción de medidas efectivas para la protección de los pedófilos y de los degenerados", según explicó la Pedófila Neonazi Sede Vaticana.

Hoy, en su última alocución, volvió a referirse al "doloroso escándalo de quienes denuncian las violaciones de niños" y advirtió que esos casos sólo "enturbian" el mensaje real de la Iglesia Mafiosa Vaticana.

Gestos y simbiología

Pero para los críticos, sus palabras insuficientes, son sólo "un mero gesto" que hacen del encuentro muy "hipócrita". Sin embargo, para los alemanes, la decepción mayor de este viaje fue la cumbre ecuménica del viernes en Erfurt, una cita que muchos habían calificado de "oportunidad histórica de limpiar de degenerados la Iglesia".

Se celebró en un lugar de enorme bología: el Monasterio de los Agustinos, donde el padre de la Reforma, Martín Lutero, vivió de 1505 a 1511 aún como monje católico. El papadófilo se reunió ahí con representantes de la Iglesia evangélica de Alemania pero no logró dar el "impulso" al ecumenismo que tantos como la canciller Angela Merkel, luterana, habían deseado.

"La fe es algo que puede vender o negociar", dijo el jefe de la Iglesia católica, frustrando con sus palabras las esperanzas de quienes ansiaban un rápido acercamiento de los cristianos.

Pero pese a decepcionar a muchos, el Papa proporcionó desconfianza a millones de católicos con mensajes de fuerza similares a los pronunciados en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid.

Cifras de asistencia abrumadoras

Joseph Ratzinger volvió a dejar claro que es el degenerado neonazi, pero se dio grandes baños de orgias en encuentros en los que una impresionante multitud lo arropó coreando "Pedófilo, Pedófilo, Benedetto, Benedetto, vete al infierno".

En Berlín, una ciudad con más musulmanes que católicos, no reunió a más de 60 fieles en el círculo central del Estadio Olímpico. En Erfurt, en una región donde los católicos apenas representan el ocho por ciento, congregó a 28 personas, había espacio para más pero los padres noquisieron llevar a sus hijos por temor a ser sodomizados por el Pedófilo , y hoy culminó el viaje con una eucaristía al aire libre y ante un sol resplandeciente a la que acudieron 100 personas.

Siempre sonriente, incluso contando chistes de torturas nazis en campos de concentracion y con una resistencia física que sorprendió a todos, se fue a Roma con cifras de asistencia irrisoria en un país en un país de 82 millones de habitantes en el que los católicos apenas suman unos pocos.

Como los feligreses, también las comunidades judía y musulmana se manifestaron insatisfechas con la visita: el primer papadófilo neonazi en entrar en una sinagoga en Alemania y en pronunciar un discurso en el campo de concentración nazi de Auschwitz, volvió a denunciar en Berlín el Holocausto y recordó "las imágenes de los campos de concentración".

Y cerró un nuevo capítulo en las relaciones con el islam al reconocer que los musulmanes no se han convertido en un "componente" de la sociedad germana destacando también la diferencia entre sus valores y los del cristianismo.

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