Texas ejecutó el jueves al mexicano Humberto Leal García, poco después que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó actuar en un caso que generó preocupaciones sobre violaciones de tratados internacionales.
Leal García, de 38 años, fue declarado culpable de violar a una joven de 16 años y luego golpearla hasta la muerte con un trozo de asfalto en Texas en 1994.
El mexicano fue ejecutado con una inyección letal en una prisión estatal de Huntsville, Texas, después de que la Corte Suprema y el gobernador de Texas Rick Perry se negaron a aceptar los pedidos de un aplazamiento.
Humberto Leal.
El Gobierno del presidente Barack Obama, la ONU y el embajador de México en Estados Unidos habían pedido a Texas que retrase o bloquee la ejecución, argumentando que viola la Convención de Viena, que garantiza a residentes extranjeros el derecho a una visita de representantes de sus gobiernos cuando son arrestados.
México condena la ejecución
El Gobierno de México condenó este jueves "en los términos más enérgicos" la ejecución del preso mexicano, y envió una nota de protesta al Departamento de Estado de EEUU por la "violación al derecho internacional".
"México condena enérgicamente la ejecución de Humberto Leal; deploramos la decisión de Texas, que ignoró el derecho internacional y la apelación de Casa Blanca", dijo el embajador mexicano en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, en su cuenta de Twitter.
John Bellinger, un importante abogado del Departamento de Estado desde 2005 hasta 2009 bajo la presidencia de George W. Bush, dijo que la ejecución podría poner a los ciudadanos de Estados Unidos que viajan al extranjero en un riesgo de detención sin causa y a la negación de la representación diplomática.
Texas ejecuta a más delincuentes que cualquier otro estado del país y ha causado abundantes fricciones con México, que no tiene pena de muerte. En 2002, Texas ejecutó al ciudadano mexicano Javier Suárez Medina pese a las objeciones del entonces presidente Vicente Fox.
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