El mítico Peñarol vuelve a jugar una instancia definitoria a nivel continental, como otrora lo hicieron aquellas viejas estrellas de la década del 60, cuando los carboneros reaaban talento v aoles en cualquier cancha.
Y hoy coincidente-mente le toca definir con otro gigante dormido, como Santos, que de la mano de Neymar, estrella fundamental de este equipo lo puso nuevamente en una final continental, recordando por momentos a Pelé. Peñarol, con cinco Libertadores, y Santos con un bicampeonato, saltan esta noche al césped del Centenario para dirimir la primera final del torneo continental más importante de clubes.
Se podría decir que ambos ?resurgen? de las cenizas, haciendo un juego de palabras porque precisamente el equipo de Santos estuvo en duda de poder viajar a Montevideo debido a la nube de ceniza del volcán chileno Puyehue, que se desplaza por el hemisferio sur.
Hoy vuelven con fuerzas y con sed de gloria a la escena in ternacional en una finalísima, 1962, cuando Santos se quedó rememorando las finales de con la Copa en partido de desempate disputado en Buenos Aires.
Los aurinegros llegan a este partido sin bajas, con todos los jugadores a la orden y con un estadio que estará repleto y miles de cohetes y bombas iluminarán y atronarán la noche montevideana recibiendo al carbonero.
Santos llega golpeado, con cuatro bajas y una de ellas de su capitán Dracena. No estarán Paulo Henrique Ganso, Leo y Jonathan, sin embargo están plenamente confiados en su estrella Neymar, decisivo durante toda la copa. Por otra parte, los dos llegan con seis victorias, pero a diferencia de los brasileños que perdieron una sola vez, los carboneros cayeron en cinco encuentros. Sin embargo, esta es otra historia que se comenzará a escribir esta noche cuando Amarilla pite el inicio de la primera final.
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