El simple hecho de pasear impide que aves "vulnerables" a la extinción sean incapaces de reproducirse. Necesitan intimidad. En un intento por salvaguardar especies como charrancitos o chorlitejos, la Consejería de Medio Ambiente ha decidido limitar el uso de playas como la de Levante, en El Puerto de Santa María, en pleno parque natural de la Bahía de Cádiz.
Con el objetivo de garantizar la reproducción de estas aves en la costa gaditana Medio Ambiente ha establecido 'reservados' limitados a la presencia humana en la época en la que estas especies están en periodo de reproducción. La práctica, que se viene aplicando desde 2009, ya ha dado sus primeros resultados. La salvaguarda de su intimidad ha llevado a que 150 parejas de estas aves aniden en la costa de Cádiz, cuando hace dos años no había ninguna. Junto al Charrancito común (Sterna albifrons) han anidado parejas de Chortilejo patinegro (Charadrius alexandrius), en la actualidad en peligro de extinción.
El hombre, una influencia negativa
La utilización de los espacios costeros por el hombre como lugares de ocio y esparcimiento primaveral y veraniego "han influido de manera negativa" sobre la producción de las aves costeras "al ver reducido el espacio disponible para su reproducción", según ha informado la delegada de Medio Ambiente en Cádiz, Silvia López. Bajo esta situación de competencia por el espacio y dados los altos requerimientos de tranquilidad de las colonias reproductoras, los índices de disminución anual han llegado 'a niveles preocupantes que hacen pensar en una paulatina desaparición de estos asentamientos'. Tanto es así que en muchas playas de la geografía del país, la presencia de aves reproductoras "es solo una anécdota del pasado".
La presencia de personas paseando a lo largo de las llanuras entre las dunas, que son el espacio utilizado por estas aves para poner sus nidos, es cada vez más usual y en épocas más sensibles (apenas comenzada la primavera), lo que provoca una perturbación continua en las parejas que intentan reproducirse.
Silvia López ha visitado los espacios reservados para que estas aves se reproduzcan en la playa portuense, donde se han instalado tres cercados de 1,20 metros de altura alrededor de los núcleos de aves. Esta limitación se establece antes de comenzar la época de reproducción, a principios del mes de abril, y se retirará una vez terminado dicho periodo, a final del próximo mes de julio.
La experiencia de cerrar tres núcleos de la playa de Levante se llevó cabo por primera vez en 2009 y los resultados son muy satisfactorios, ya que el primer cerramiento, el que ha visitado la delegada, se realizó en una zona en la que no nidificaba ningún ave. Los resultados del primer año fueron muy buenos, ya que se pasó de ninguna a doce parejas y en la actualidad se puede hablar de un proyecto 'de éxito de la Consejería de Medio Ambiente' con medio centenar de parejas sólo en esta zona, ha apuntado Silvia López.
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