Traducción de José Fernando Pérez Oya |
Bradley Manning es el soldado acusado de la filtración de documentos de la administración estadounidense a WikiLeaks. En la actualidad está en prisión soportando unas condiciones inhumanas y degradantes a la vez que ilegales e inmorales.
Durante ya nueve meses, Manning ha permanecido confinado en su celda durante 23 horas al día. En la hora restante puede pasear en círculos por una estancia en la que no están admitidos otros prisioneros. No se le permite, durante todo el día, adormilarse o relajarse ya que se le obliga a responder verbalmente y de modo afirmativo cada cinco minutos, a la pregunta: “Are you OK?” (¿Te encuentras bien?). Durante la noche, se le despierta cada vez que da la espalda a la puerta de su celda o si se cubre la cabeza con su sabana de modo que sus guardianes no pueden ver su rostro, y debe responder a la misma pregunta. Durante la semana pasada le obligaron a dormir desnudo y a permanecer desnudo ante su celda para ser objeto de una inspección, aunque él lo ha negado, y durante un periodo indeterminado ha tenido que entregar su ropa y vestir una túnica, ya que se sostiene que: "supone un riesgo para él”.
En su conjunto, el trato recibido se ha calificado ampliamente como una violación de la Octava Enmienda de la Constitución, que prohíbe castigos crueles y extraordinarios, y de la Quinta Enmienda que garantiza la exclusión de cualquier castigo antes de ser juzgado. Si esto continúa la situación podría calificarse de violación de la legislación penal sobre la tortura, definida entre otras cosas como: “La aplicación o administración "...de procedimientos diseñados con el propósito de perturbar profundamente el sentimiento de la propia personalidad.
Manning ha sido calificado como un detenido debidamente sujeto a la reglas POI. (seguridad y prevención de daños) ...lo que Manning niega.... El psiquiatra de la prisión ha recomendado, ya hace meses, la exclusión de Manning del reglamento POI....
La Administración no ha ofrecido la menor prueba de que el modo de tratar a Manning esté motivado por la preocupación por su bienestar o la de otros detenidos. Una evidente conclusión de lo anterior es la que este degradante trato tiene la misión de utilizarse para evitar que surjan otras personas que alerten a su comunidad de que algo grave ocurre y se les oculta, o también para implicar a J. Asange (creador de WikiLeaks) en un delito de conspiración...
El Presidente Obama fue, en el pasado, profesor de Derecho Constitucional y entró en la escena política como un elocuente líder moral. El problema en este momento es saber si su desempeño de la función de “Comandante en Jefe” le permite mantener un mínimo de honradez. Obama no debería afirmar, como ha hecho recientemente, que la detención de Manning "es adecuada y cumple nuestras reglas fundamentales”. El debería obligar al Pentágono a exhibir los documentos en los que se basa su comportamiento y de igual modo eliminar los que no puedan soportar la luz del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario