Japón, territorio portátil

Es el tema de la semana. Con Nintendo 3DS a tan solo unas horas de enseñar la cara de una vez por todas al público occidental y el auge de los smartphones, el negocio portátil se ha convertido en una incógnita a resolver a lo largo del año. Un artículo publicado en Famitsu del que se hizo eco 1Up hace unos días desvela, entre otras cosas, la interesante opinión de los desarrolladores japoneses sobre el negocio de las consolas de bolsillo.

Y al contrario de lo que pensamos en occidente, donde ya estamos dando por muerta a las sucesoras de DS y PSP sin que hayan pisado el mercado, Japón tiene un punto de vista totalmente diferente. Para comenzar, porque es un país donde las consolas de sobremesa juegan en un segundo plano, frente al bestial mercado que suponen sus hermanas pequeñas (en tamaño, que no en ventas). De hecho, un desarrollador nipón del que desconocemos el nombre da por hecho que en un futuro no es inviable pensar en la desaparición de las grandes máquinas en beneficio de las portátiles.

Otro aspecto que desvela las preferencias de los asiáticos por las consolas de bolsillo es económico. Frente a los presupuestos desmedidos de algunas producciones multiplataforma, producir un juego para DS o PSP es mucho más barato y, en ocasiones, rentable. La cara negativa, se ha vuelto un mercado tan difícil de predecir que el dinero que se ahorra por una parte se puede ir al garete si el juego en cuestión es un fracaso.

Acertadas o no, las conclusiones de los japoneses no dejan de ser interesantes. Por un lado por su concepción diametralmente opuesta a la occidental, donde PS3, Xbox y Wii barren, y por su apuesta de futuro por el mercado portátil. Visto lo visto, vaticinar un éxito de ventas para 3DS y una futura PSP2 no es descabellado. La cuestión es saber qué hará la industria japonesa si occidente da la espalda a estas máquinas. Porque si siguen triunfando como la Coca-Cola, lo que nos queda claro es que tendremos mercado japonés para rato. Sí, incluidos simuladores de pesca y de animalitos.