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jueves, 6 de enero de 2011

Incendian más de 40.000 coches en Francia durante el último año


Cada vez son más los vehículos incendiados en Francia. Este fenómeno vandálico, que apareció por primera vez en la ciudad de Estrasburgo en 1990, adquiere cada vez más fuerza y se ha convertido en el símbolo de la inseguridad en las calles del país.

Sin embargo, las cifras de vehículos incendiados este año, reveladas por 'Le Monde', son especialmente impactantes: se quemaron más de 42.000 vehículos en Francia durante el último año. Las cifras, contabilizadas por el ministerio de Interior en un estudio de la totalidad del territorio, implican que una media de 115 coches son incendiados en Francia cada día.

En concreto hay dos fechas en las que esta 'costumbre' se produce de forma más virulenta: el 14 de julio -día de la Fiesta Nacional- y el 31 de diciembre. En este año en concreto, la policía francesa contabilizó entre 900 y 1000 vehículos incendiados durante la Nochevieja.

Críticas al Gobierno

El tema de los incendios de vehículos es uno que el Gobierno francés, y en particular el presidente Nicolas Sarkozy, conoce de sobra. Durante su época como ministro de Interior el país vivió un largo verano de violencia urbana descontrolada, producto de la falta de integración social de los inmigrantes magrebíes y subsaharianos. La noche del 11 de junio de 2005 se produjo uno de los episodios más intensos de la historia reciente de Francia, con el incendio de casi 1.300 coches en París, Marsella, Lille y Lyon.

Dos años más tarde, fueron muchos quienes 'celebraron' la elección del ex ministro de Interior a la presidencia con este tipo de acto vandálico: se quemaron más de 360 coches la noche después de los comicios.

La polémica actual se centra en la aparente falta de importancia que el Gobierno le da a esta preocupante tendencia. El actual ministerio de Interior, Brice Hortefeux, se niega a publicar el balance oficial de coches incendiados, pese al hecho de que movilizó a más de 53.00 policías en un intento de controlar los disturbios a lo largo de la noche del 31. Hortefeux mantiene que su silencio acerca del tema no pretende "ocultar la realidad" e insiste en que el no comunicar el número permitiría, en cambio, "poner fin a esta tradición insana que consiste en contabilizar los actos criminales".

La ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, apoya a Hortefeux, y afirma que "el problema de dar cifras es que eso anima a que se repitan estos fenómenos".

Los socialistas franceses, en cambio, consideran que la falta de información oficial sobre este fenómeno es inaceptable y exigen más transparencia por parte del Gobierno. "Es muy peligroso que una democracia pretenda tapar la realidad", afirma Jean Jarques Urvoas, secretario nacional del Partido Socialista francés encargado de la seguridad.

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