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lunes, 25 de octubre de 2010

FÚTBOL Peñarol ganó y está cerca del liderazgo

Un "Tornado" de cinco minutos pasó por el Centenario. Y, curiosamente, en la misma medida que tiró abajo la planificación que Danubio traía al escenario, depositó en el campo la victoria de Peñarol por la mínima diferencia.

En verdad, si después de ese gol al juez Daniel Fedorczuk se le hubiera ocurrido dar por terminado el partido, hubiese dado lo mismo.

A lo mejor hasta se salvaba el línea Changala de no quedar pegado por el off side que le sancionó (inexistente) al propio Diego Alonso, que significaba el 2-0 para el aurinegro y se podía evitar que aparecieran las disculpas (o excusas) del caso para el pobrísimo juego que desplegaron los dos equipos en la segunda mitad.

Danubio que recién en el segundo tiempo se dio cuenta que era mejor colocar a Mena sobre la derecha de su ataque, careció de profundidad y de ideas para tratar de sacar ventaja de las debilidad que muestra tener el aurinegro en el fondo.

Peñarol, que durante 15 minutos regaló una imagen diferente, al influjo de un Marcelo Sosa certero en las entregas, a la gran penetración que tuvo Matías Corujo, a las buenas diagonales que metieron Cristian Mejía y Alejandro Martinuccio, se desenchufó en seguida.

Fue como si se agotara toda la energía. Entonces, con ritmo anodino, y sobre todo demasiado anunciado, Peñarol trató de sostener el resultado frente a un elenco franjeado que no fue capaz de comprender que el negocio estaba en la explotación de las bandas, en lugar de centralizar el juego y tratar de ganar por arriba con un pelotazo a espaldas de los zagueros.

Esa jugada, por otra parte, no le salió nunca. Razón por la cual le cabe la mayor responsabilidad en lo que a generación de acciones de ataque se refiere, porque se encontraba en desventaja en el marcador. Obviamente, del otro lado se dedicaron más a controlar el trámite que a procurar liquidarlo. Porque eso le alcanzaba.

Con todo, cuando el partido se moría y las hinchadas se debatían en un duelo más atractivo que lo que ofrecían los jugadores, al menos hubo algunos arranques en velocidad. Pero sin riesgo para los arqueros.

Pero, inoperencia al margen, Peñarol hizo lo que debía: ganó.

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