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jueves, 16 de septiembre de 2010

Nicolas Sarkozy defiende ante la Unión Europea las expulsiones de gitanos

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reúnen hoy sin emergencias económicas o institucionales, pero su cónclave estará marcado por un imprevisto en la agenda que causa gran fricción diplomática e incluso histórica.

El presidente Nicolas Sarkozy defenderá ante sus colegas, la Comisión Europea y la prensa su política de expulsión de miles de gitanos, la mayoría rumanos y búlgaros, es decir, ciudadanos de pleno derecho de la UE.

Francia repite desde julio que está aplicando la ley escrupulosamente en las deportaciones, aceleradas después de los disturbios en Saint Aignan, un pueblo en el valle del Loira agitado por la muerte de un gitano de 22 años por el disparo de un gendarme en un control policial que el chico se había saltado.

Las críticas

Pero la polémica se ha descontrolado en la última semana, con unaresolución del Parlamento Europeo que critica a Francia y pide la suspensión inmediata de las expulsiones, la preparación de un expediente de infracción en la Comisión Europea y los duros intercambios entre la comisaria de Justicia, Viviane Reding, y el Gobierno francés.

El martes, la luxemburguesa comparó las expulsiones con las de judíos en la Segunda Guerra Mundial y el presidente de la República Francesa invitó a la comisaria a que Luxemburgo acogiera a los gitanos.

Aunque Reding se disculpó anoche por los paralelismos históricos y el Gobierno galo repite que quiere calmar los ánimos, la cuestión de fondo (la legalidad o no de las expulsiones y el equilibrio entre libertades y seguridad) sigue sin resolverse y ya ha dividido a los gobiernos.

Reding cosecha apoyos

Mientras la canciller Angela Merkel y el presidente italiano, Silvio Berlusconi, criticaban el tono de Reding, la Presidencia de turno de la UE, en manos de Bélgica, apoyaba esta mañana a la comisaria. "Todo el mundo está de acuerdo en que la Comisión debe velar para que Francia aplique bien sus compromisos", dijo el primer ministro belga, Yves Leterme, que insistió en el respeto a la libre circulación.

En esta línea, también se ha expresado el país de Reding, pequeño, pero influyente, y que tiene el apoyo de otros como Finlandia. "Lo que ha pasado los últimos días es un poco inhabitual en Europa", comentó hoy, jueves, el ministro de Exteriores finlandés, Alexander Stubb.

Sarkozy llegó sonriente a la cumbre, pero prefirió no hacer declaraciones a la prensa. Su primer ministro, François Fillon, que se entrevistó anoche en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, aseguró que el Gobierno va a argumentar con fuerza su posición.

"Hay unos hechos, y sobre los hechos vamos a demostrar en las próximas horas que Francia respeta perfectamente las reglas europeas y las reglas nacionales", dijo Fillon, que volvió a criticar a Reding después de una reunión con diputados del Partido Popular Europeo (PPE). "Es escandaloso que un miembro de la Comisión pueda hacer declaraciones como las que hizo Reding", dijo.

La polémica suena a vivida a los veteranos de Bruselas. De hecho, en1997, el presidente Jacques Chirac acabó reprochando a gritos en su despacho del Elíseo al entonces presidente del Parlamento Europeo,José María Gil-Robles, la aprobación de una resolución que criticaba una nueva ley francesa contra la inmigración ilegal.

Los eurodiputados la comparaban también con las expulsiones de judíos del régimen de Vichy. La diferencia es que ni la Eurocámara ni la Comisión tenían hace 13 años el poder y las competencias que pueden desplegar ahora.

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