La Justicia argentina confirmó este martes la condena a 15 años de cárcel al sacerdote argentino Julio César Grassi por abuso sexual y corrupción agravada de menores cuando estaba al frente de una fundación de niños desamparados, informó el Centro de Información Judicial (CIJ).
"La Sala Segunda de la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires confirmó este martes el fallo que en junio de 2009 condenara al sacerdote Julio César Grassi a 15 años de prisión por dos hechos de abuso sexual y corrupción de menores agravados", señaló el CIJ en un comunicado.
El sacerdote católico, de 54 años, había sido condenado en un juicio oral, pero el tribunal había dispuesto que no cumpliera en forma efectiva la pena hasta que la sentencia quedara firme, lo que ocurrió este martes.
Las víctimas que lo acusaron ante la justicia estaban bajo su tutela en la Fundación Felices Los Niños, de ayuda a unos 6.000 desamparados, que Grassi presidía.
La condena le había sido impuesta por unanimidad en un juicio que se ventiló en el tribunal de Morón, en la periferia oeste de Buenos Aires, en el que la fiscalía y la querella habían solicitado un pena de 37 años de prisión tras escuchar los relatos de 130 testigos en nueve meses de proceso.
Grassi apeló la sentencia, pero el máximo tribunal penal de la provincia de Buenos Aires rechazó todos los recursos de apelación que habían sido interpuestos, precisó el comunicado.
En oportunidad del juicio, la influyente Iglesia Católica, el culto mayoritario del país, evitó hacer comentarios y se limitó a remarcar que acataría el veredicto de la justicia.
En Argentina, tres sacerdotes católicos fueron condenados desde 2002 por abuso sexual de menores, con penas de ocho a 24 años de prisión, mientras que dos obispos renunciaron al verse envueltos en escándalos sexuales.
El caso Grassi estremeció a la sociedad argentina acostumbrada a su figura por sus frecuentes apariciones en los medios de comunicación para recabar apoyo financiero para la fundación, incluso en una campaña que llevó adelante uno de los programas de televisión más vistos por entonces.
El sacerdote tenía además fuertes vínculos con el poder político en los años 1990.
El juicio contra el cura comenzó en agosto de 2008 a raíz de un escándalo que salió a la luz en 2002 cuando un joven de 19 años contó en un programa de televisión que había sido sometido sexualmente por Grassi cuando tenía 15 años y vivía en la Fundación.
El sacerdote recibió este martes otro revés judicial cuando un fallo consideró probada la existencia de abusos sexuales entre internos en otro hogar de menores que dependía de la Fundación.
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