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lunes, 6 de septiembre de 2010

LOS AROMAS Y SABORES DEL VIEJO MONTEVIDEO

Un largo corredor con mesas ubicadas al estilo de un ferrocarril. Flotan los aromas de las húngaras a la plancha y el rico tocino. Al final, lo más esperado por grandes y chicos. Las copas heladas que eran un postre que venía en dos tamaños. Para los niños, la Copa Princesa con mucha frutilla y caramelo derretido. Para los mayores, "La Vascongada" tenía su espectacular Copa Melba con chantilly en copos y chorreante almíbar helado. Antes de llegar a la Plaza Independencia, al lado del linajudo Jockey Club, un aroma dulzón impregnaba esa esquina de 18 y Andes. Era la antigua confitería "La City" con sus masitas de novela y su propia fabricación de ricos chocolates.

En la esquina de Rondeau y Galicia estaba el imponente "Introzzi". Los que fueron sus clientes por mediados del viejo siglo no olvidan que las compras se amenizaban con una visita a "la cafetería" que estaba en la planta baja.

Se veía a la gente con grandes paquetes comiendo aquellos sandwiches de jamón y queso de antología acompañados de refrescos Bidú o la Bilz Sinalco.

Las andanzas de las barras de muchachos por El Bajo de la Ciudad Vieja terminaban en el corazón del barrio Guruyú aduanero. Sentados en los cajones se deleitaban con longaniza y queso muy aromático acompañado por el tradicional vino de "Las Telitas".

Al amanecer llegaban esos muchachos parranderos al Mercado del Puerto. En su zona central, casi enfrente a "Roldós", estaba el puesto del recordado Carlitos con sus chorizos al vino blanco que hacían agua la boca tanto de los estibadores como de aquellos muchachos que habían pasado la noche en los cabarets y bares de camareras. Otro aroma del pasado fue el que salía de las pequeñas "locomotoras" de los vendedores ambulantes de maníes. Trillaban los barrios populares y en su mayoría fueron tanos inmigrantes.

Otros que nos alegraban la vida eran los vendedores de barquillos. Muy sabrosa fue la fainá de los vendedores ambulantes de pizza. Como don Carmelo que andaba por Villa Muñoz y el Barrio Judío con sus tachos al hombro donde también estaba su especialidad, la pizza rellena con verduras.

Los bailarines que salían de los bailes en los altos del "Vaccaro", hacían una alto en la cervecería del amigazo Robinson con sus churrascos a la plancha y el chopp directo del barril. Por el Cordón, en la zona del "Control" de ómnibus había aromas a cebolla frita y morrones del puesto llamado "Empanadas Mendocinas". También mucho olor a leña y asado de la parrillada "Paja Brava" llena de guardas, choferes y apurados pasajeros.

Por el Malvín del ayer estuvo el restaurante "Mamma Mía" que además de su excelente tortilla a la española, vendían un súper frankfurter muy largo servido con auténtica mostaza alemana. Muy cerca de esa playita malvinense estuvo la tradicional parrillada "El Rancho" con la novedad de sus mozos que cantaban alegres canciones.

Los vecinos de Pocitos, allá por Benito Blanco y Avda. Brasil, se acostumbraron al aroma de los chivitos de "La Vitamínica" donde el simpático mozo Miguelito atendía a los clientes en sus coches. Por Ejido y Colonia estaban los churros de "Manolo" rellenos de crema y chocolate. Con más recuerdos y música los esperamos todos los domingos a las 18.00 horas en CX 40 Radio Fénix. También en Internet: You Tube: "Prohibido para Nostálgicos"

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