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martes, 7 de septiembre de 2010

El Gobierno de Sarkozy reconoce un seguimiento masivo de la huelga

El presidente francés Nicolas Sarkozy ha anunciado el martes que se mantendrá "firme" sobre la reforma de las pensiones. La misma tarde, cientos de miles de personas se han manifestado en diferentes ciudades de Francia contra el proyecto del presidente del Gobierno. A las cinco de la tarde, la agrupación de sindicatos CFDT había contabilizado 2,5 millones de manifestantes en todo el país, según revela el diario 'Libération'. Aunque el Gobierno galo habla de la cifra menor de 1,1 millones, reconoce el seguimiento masivo de la huelga.

El Jefe de Estado mantiene su postura sobre el núcleo esencial de la reforma, es decir, sobre el cambio de la edad de jubilación de los 60 a los 62 años para 2018. En cambio, sí cree posible negociar sobre algunos aspectos secundarios, ha dicho Sarkozy a responsables de su partido, Unión por un Movimiento Popular (UMP).

Los sindicatos franceses escenifican este martes su rechazo con paros y manifestaciones en todo el país contra la impopular reforma de las pensiones que Sarkozy dice estar decidido a implementar.

Manifestaciones multitudinarias

En Paris, el número de manifestantes en París a primera hora de la tarde estaba en 270.000 según los sindicatos, cifra que doblaría la de la anterior jornada de huelga convocada por los sindicatos el 24 de junio.

Mientras, en Lyon, según la Policía a las cuatro de la tarde había hasta 16.000 personas; los organizadores doblan esa cifra. Pero en todo caso son muchos más que los que acudieron a la huelga hace dos meses; teniendo en cuenta además las fuertes lluvias sobre la ciudad.

Por otra parte, según el Gobierno francés, uno de cada cuatro trabajadores de la función pública del Estado (el 24,7%) ha acudido a la huelga, que ha sido secundada también por el 16,2% de los empleados públicos regionales y por el 17,7% de los trabajados de los hospitales.

François Chereque, líder de la confederación sindical CFDT, declaró a la prensa local que el Gobierno cometerá un error si ignora lo que se espera sea "la mayor asistencia [a las manifestaciones] en una década".

"Después de hoy estará en manos del Gobierno. Si ellos quieren que las cosas mejoren deberían venir con propuestas [de cambios sobre la reforma]", dijo el líder sindical.

Algunos analistas, sin embargo, discrepan. En su opinión, aun cuando se logre una presencia masiva en las calles este martes, es poco probable que esto se traduzca en un movimiento de protesta de larga duración capaz de obligar al Gobierno a dar marcha atrás.

Considerable apoyo a la huelga

Dos tercios de los votantes creen que el plan de Sarkozy de retrasar la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años y alargar el periodo de trabajo para recibir una pensión es injusto. Apoyan la huelga, pero también piensan que la jornada de paros no tendrá consecuencias.

"Nunca, desde que se hacen encuestas, el pueblo francés ha estado tan convencido de que se está cometiendo una injusticia social", dijo el analista político Roland Cayrol, de la Universidad de Ciencias Políticas de París.

Francia tiene una larga tradición de protestas sindicales, aunque solo el 10% de sus trabajadores, la mayoría en el sector público, está afiliado. En 1995, un movimiento de protesta obligó al entonces presidente Jacques Chirac a abandonar una propuesta de reforma de las pensiones y de la sanidad, y en 2006 los estudiantes lograron acabar con un contrato que preveía salarios bajos para los jóvenes.

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