Los presidentes de Uruguay, Paraguay y Bolivia acordaron profundizar en la integración del Urupabol, especialmente en el área energética. Mujica ofreció construir un puerto de aguas profundas en territorio uruguayo.
El presidente de Uruguay, José Mujica, instó ayer en Asunción a convivir en la sociedad sin agredir, en un breve mensaje, en la clausura del IV Foro Social de las Américas.
"La verdadera lucha es aprender a convivir sin agredir", dijo Mujica en presencia de los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo y Bolivia, Evo Morales.
"La libertad no puede estar peleada con la diversidad", remarcó Mujica, quien llegó ayer mismo a Paraguay para una visita de dos días, en coincidencia con el segundo aniversario de asunción al poder de Lugo.
"No existe un modelo político social a seguir", afirmó, para agregar: "la lucha es por múltiples modelos, por múltiples razas y religiones, y por múltiples maneras de pensar".
Mujica se reunió en forma conjunta con Lugo y con Morales en el palacio de gobierno, para avanzar en un bloque interregional entre los países menos favorecidos de Sudamérica. Los tres jefes de Estado integrados en el bloque Urupabol se comprometieron a construir un gasoducto que abarque Paraguay, Argentina y Uruguay. Al mismo tiempo, Mujica aseguró a Paraguay un puerto de aguas profundas para sus exportaciones de ultramar.
OTRA AMÉRICA ES POSIBLE
El Foro Social de las Américas integra el proceso Foro Social Mundial que inició en 2001 y hoy constituye el más amplio espacio para la articulación de iniciativas sociales, el desarrollo de pensamiento crítico y la construcción de alternativas al orden neoliberal, bajo el común convencimiento de que "Otro Mundo es Posible". La IV edición de este Foro se inició el pasado 11 de agosto y se extendió hasta este domingo 15. Convocó a más de 600 organizaciones, movimientos y actores sociales de diversos pueblos y naciones de América, que participaron de las casi 300 actividades de reflexión y diálogo relativas a seis ejes de trabajo. Los desafíos para América Latina en el nuevo milenio y la profundización de los debates en torno a las reivindicaciones sociales americanas frente a las amenazas de la economía global y el sistema capitalista, fueron otros temas tratados. El Foro inició con una marcha que contó con la presencia de más de 5.000 hombres y mujeres de diversos lugares de América Latina y que fue encabezada durante un trecho por Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992 y destacada activista indígena guatemalteca que señaló la importancia de los foros sociales en el contexto de las movilizaciones por la tierra y los derechos humanos, de miles de americanos y americanas.
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