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lunes, 9 de agosto de 2010

La psiquiatría moderna incorporó "enfermedades" que para nosotros sólo eran "pequeños defectos"

El llamado Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, es considerado como la biblia del diagnóstico e investigación psiquiátrica en todo el mundo. Ahora su quinta versión, el DSM-V, recoge los numerosos desórdenes y desviaciones psicólogicas que se han registrados en los últimos años.

Pero para muchos psiquiatras ha expandido tanto las categorías y las ha convertido en una goma de chicle tan ancha, que temen que hayan desdibujado para siempre las fronteras entre el enfermo mental y el cada vez más reducido espacio de aquellos considerados normales. Ansiedad mixta depresiva: no presenta síntomas específicos y al no determinar la diferencia de las penurias de la vida cotidiana podría afectar a la población de forma generalizada . Neurocognitivo menor: especialmente pensado para los mayores de 50 años, podría abarcar a todos aquellos que tienen problemas de memoria relacionados con el envejecimiento Atracones alimenticios: Las docenas de millones de personas que comen compulsivamente una vez a la semana durante tres meses serían clasificados como problemas mentales. Temperamento disfuncional con disforia. Aunque pensada para las personas con trastornos bipolares, la forma en que está descrita la convertiría en aplicable para grandes sectores de la población a cualquier edad. Comportamientos adictivos. En la actualidad se incluye las apuestas o el juego patológico pero se teme que lo siguiente sea la adicción de Internet y Allen apunta que en el futuro muchas otras, bebida, tarjetas de crédito, compras. Desorden de hipersexualidad. Frances teme que pueda dar a los promiscuos una excusa psiquiátrica bajo la que esconderse. Riesgo de psicosis.

Se discute que se aplique está categoría de forma preventiva, no a la persona en que se ha manifestado la enfermedad, sino a aquellos que podrían ser clasificados de esquizofrénicos en el futuro. Ahora una revista científica, the Journal of Mental Health, publica una edición especial dedicada a este tema en el que plantea abiertamente si después de la puesta en marcha de los nuevos parámetros alguien podrá ser considerado normal. Condiciones como ansiedad depresiva mixta, desorden de regulación del temperamento, comida compulsiva, desorden neurocognitivo menor y comportamientos adictivos podrían ser nombres sofisticados para comportamientos que aún siendo ilógicos son completamente normales. O si no normales, al menos, generalizados. Insuficiente investigación. Según se argumenta en la revista el problema podría derivarse de que no se ha investigado lo suficiente como para considerar estos desórdenes como algo anormal. "Los críticos del DSM están preocupados por la clasificación de condiciones novedosas como desórdenes psicológicos.

En la nueva edición, las pataletas de un niño y el dolor derivado de la pérdida de un ser querido podrían ser definidas como problemas de salud mental", escribe Jerome Wakefield del Departamento de Psiquiatría de Nueva York en la edición de Mental Health.

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