La Organización Mundial de la Salud está celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna. "El evento encuentra a nuestro país con mayores niveles de conciencia sobre la relevancia del amamantamiento", dijo Adriana García da Rosa del Comité de Lactancia de la Sociedad Uruguaya de Pediatría.
Insustituible. La leche materna es la garantía de un desarrollo armonioso.
Hasta el domingo 7 de este mes se desarrollará la Semana Mundial de la Lactancia Materna, un acontecimiento que sirve para poner nuevamente en el tapete la trascendencia de una conducta que puede salvar la vida de millones de niños.
Vale oro
"La leche de madre vale oro, no hay avance tecnológico que pueda igualarla en ningún aspecto", afirmó a LA REPUBLICA la doctora Adriana García da Rosa, integrante del Comité de Lactancia Materna de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP).
Según la profesional, en nuestro país, en los últimos 10 años, se ha incrementado la toma de conciencia sobre la enorme importancia de la lactancia materna. García da Rosa apoyó su aseveración en los datos recabados por la "Encuesta de lactancia, estado nutricional y alimentación complementaria" realizada en 2007 por el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Unicef y la Red Uruguaya de Apoyo a la Nutrición y Desarrollo Infantil (Ruandi). Según lo muestra el estudio, el 90% de los niños tuvieron a la leche materna como alimento exclusivo durante su primer mes de vida. Además, en los menores de 6 meses los porcentajes pasaron del 54,1% en 2003 al 57% en 2007.
La profesional expresó que la mejoría en las cifras se ha dado también a nivel mundial, lo que ha sido un factor relevante para que las muertes de menores de 2 años se redujeran de 13 millones en 1990 a 8,8 millones en 2008.
Por último, García da Rosa hizo especial hincapié en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la leche materna sea el único alimento que se les brinde a los niños durante sus primeros 6 meses de vida.
Innumerables bondades
Entre las múltiples virtudes de la lactancia materna se halla su incidencia en la disminución de los fallecimientos de recién nacidos. Esto se debe a que el calostro (primera leche que brota del seno) y la leche propiamente dicha tienen factores protectores que ayudan a combatir una diversa gama de patógenos.
A su vez, los niños que son amamantados de siete a nueve meses poseen, en promedio, un cociente intelectual seis puntos más alto que los que recibieron leche materna por menos de un mes.
Otro dato destacable es que el amamantamiento reduce el riesgo de que los bebés contraigan enfermedades crónicas como la diabetes de tipo II. Asimismo, en la adultez, quienes recibieron este alimento presentan menores valores de presión arterial y colesterol sérico.
Tan elevada es la incidencia de la leche en la salud de los recién nacidos que si todos los bebés la recibieran antes de transcurridos los primeros 60 minutos después de su nacimento, se lograría evitar la quinta parte de todas las muertes neonatales.
La leche materna es, además, una gran fuente de energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses. De esta forma, llega a cubrir más de la mitad de las necesidades energéticas de los pequeños entre los 6 y los 12 meses, y una tercera parte entre los 12 y los 24 meses.
Pero los beneficios del amamantamiento no se reducen únicamente a los lactantes, sino que también alcanzan a sus madres. Es así que dar de mamar les ayuda a perder peso, a bajar el peligro de que sufran cáncer premenopáusico de mama u ovario y diabetes de tipo II, y a prevenir la depresión post-parto.
Diez medidas vitales
La edición 2010 de la Semana Mundial está centrada en la promoción de 10 pasos para un amamantamiento exitoso. En primera instancia se apunta a que exista una política escrita sobre lactancia materna.
El segundo punto insta a capacitar al personal del sector Salud buscando así que adquiera las habilidades requeridas para llevar a cabo las políticas.
También se apunta a brindar información a las gestantes acerca de las virtudes de dar el pecho y cómo debe practicarse.
Además, se recomienda que las madres comiencen la lactancia en la media hora siguiente al parto.
Por otra parte, el quinto ítem apela a que se muestre a las mujeres cómo mantener la lactancia incluso si han de separarse de sus hijos.
El sexto paso del decálogo invita a que la leche materna sea el único alimento que reciban los recién nacidos, a menos que el médico prescriba otra cosa.
Asimismo, se recomienda que se facilite la cohabitación de las madres y los lactantes durante todo el día.
En lo que remite a los momentos en que se debe dar de pecho, el documento invita a propiciar la lactancia materna a libre demanda.
El noveno punto insta a no dar chupete a los lactantes.
Finalmente, se recomienda propiciar la creación de grupos de apoyo a la lactancia y procurar que las madres se contacten con ellos tras dejar el hospital.
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