El Tribunal Constitucional ha impuesto un ritmo lento en sus deliberaciones de las que podrían ser las sesiones plenarias finales sobre el Estatut. Después de tres días de reuniones en que han resuelto los recursos de súplica del Gobierno catalán y del Parlament, los magistrados han acordado no volver a reunirse hasta el próximo lunes en que tendrán sobre la mesa la ponencia de María Emilia Casas, que de momento no cuenta con el apoyo de la mayoría de los magistrados. El debate sobre el texto de Casas puede dar pie la semana que viene a la ronda de votaciones por bloques, artículo por artículo y precepto por precepto.
Aunque la presidenta ya ha manifestado su intención de resolver esta cuestión antes del verano, los magistrados se han reunido sólo tres mañanas esta semana y han dejado para la próxima el debate sobre la ponencia de Casas y una eventual votación por partes.
En estas tres jornadas de debate, los magistrados tan sólo han estudiado los recursos de súplica planteados por el Gobierno y el Parlament contra su decisión de no declararse incompetentes y no readmitir Pérez Tremps. La respuesta con respecto al magistrado recusado ya ha sido enviada a las partes a lo largo de la mañana -especificando que es 'inadmisible' su rehabilitación-, y la segunda podría llegar a lo largo de la tarde.
En las dos cuestiones, los magistrados rechazan los planteamientos de la Generalitat y del Parlament. En el primer auto que se ha dado a conocer rechazan repescar Pérez Tremps y recuerdan al Gobierno que la decisión de apartarlo que adoptaron en el 2007 a petición del PP no se puede recurrir por ninguna vía.
Todo apunta que en la sesión del lunes los magistrados entrarán a fondo en el borrador de sentencia de la presidenta, María Emilia Casas. La ponencia de la presidenta declararía inconstitucionales 13 artículos del Estatut y sometería 24 más a interpretación. El borrador escenifica el séptimo intento de los magistrados para dictar una sentencia sobre el Estatut. Anteriormente todos los borradores presentados han fracasado, tanto los de la progresista Elisa Pérez Vera como el del vicepresidente conservador Guillermo Jiménez.
Los magistrados debatirán esta ponencia el tiempo que consideren necesario y al finalizar la presidenta tendrá dos opciones. La primera y poco probable, serían someter su texto a votación. Esta hipótesis es muy remota porque su intención final sería una votación bloque por bloque que facilitaría desencallar la sentencia. Si la somete a votación y no consigue los apoyos necesarios para sacarla adelante lo tendría que retirar y presentar otra o bien que volver a ordenar a otro magistrado que redacte una nueva propuesta.
En segundo término, Casas podría optar por una prospección, un término utilizado por el TC cuando no quiere hablar de voto, pero que a efectos prácticos supone que cada magistrado expone si da o no apoyo a la ponencia. Posteriormente dará por concluida esta fase y someterá el Estatut a un proceso de votaciones bloque a bloque o artículo por artículo confeccionando de esta manera la sentencia definitiva.
Procedimiento bloque por bloque
Si se llega a una votación bloque por bloque, Casas ya ha instruido a sus magistrados sobre cuál sería el procedimiento a seguir. Las votaciones se harían teniendo como base el borrador de sentencia de Casas y no el recurso del PP o el articulado del Estatut. Ésta formula facilitaría ver en qué puntos concretos hay acuerdo y en cuáles la sentencia está atascada. Siguiendo esta manera de trabajar se daría salida a los bloques que tienen consenso.
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