Fulminante, así se puede describir un combate que no llegó ni a durar un round y en el que la colombiana Flores se mostró muy superior a nuestra compatriota, quien estuvo lenta y desacertada sobre el ring, sobre todo a la hora de defenderse, con la guardia muy baja y sin poder en sus golpes.
La pelea se inicio con un Palacio Peñarol colmado por 6.000 personas deseosas de ver a la campeona mundial juvenil de la WIBA colocarse por primera vez para nuestro país un cinturón de mayores y en principio todo estaba dado para ello. La colombiana, quien no figuraba hasta ayer en el ranking CMB, era de menor estatura (10 centímetros de diferencia) y peso, en su registro no contaba con mayores logros y además tuvo un parate de dos años en su carrera. A esto hay que sumarle que actualmente pelea en categoría superligero, peso que no es el suyo (era superpluma) y en el que se desempeña desde que fue madre. Esto marca simplemente que Namús era la clara favorita a la victoria, pero su planteo sobre el ring fue muy equivocado y tuvo su consecuencia. Jamás pudo aprovechar lo largo de sus brazos y la diferencia de estatura a su favor peleando a distancia, sino que buscó una pelea corta, totalmente favorable a la extranjera, quien mostró mucho mayor pegada. Pero además, el gran error de la uruguaya estuvo en su defensa, casi inexistente, que la llevó a recibir muchos golpes y eso acentuó el final del combate que se dio a falta de 12 segundos del final del primer asalto. Un recto de derecha, hizo que Namús "temblara" sobre el cuadrilátero y un remate con una zurda y otra derecha tiraron a la lona a la celeste, quien si bien quiso volver a levantarse, volvió a caerse totalmente grogui, para festejo de la colombiana.
Y los seis mil espectadores enmudecieron al ver lo sucedido. Con el correr de los minutos algunos reaccionaron y aplaudieron a la visitante por lo conseguido y otros gritaron apoyando a la uruguaya quien a esa altura ya vuelta en sí, lloraba desconsoladamente por la derrota y la oportunidad perdida.
Presiones y más
Intentar explicar lo que sucedió no es fácil ya que tiene muchas aristas a tocar y que cada una, desde su lugar, influyó para esta caída. Lo primero a resaltar es que esta no fue una pelea más para Namús, ya que la misma tenía un trasfondo importantísimo, por el cambio traumático de representantes y las repercusiones que esto trajo aparejado como el intercambio de duras declaraciones, el tener que cambiar de entrenador y el juicio en su contra que se está llevando a cabo, así como los seis meses de inactividad en combate. Era su vuelta al ring en un "salto sin red", ya que representaba el todo o nada, el título y mantener el invicto o la derrota y sus implicancias. Era su oportunidad de demostrarle a todos su valía e iniciar un camino que se truncó al menos momentáneamente. Todo esto, en principio, hizo que se la observara muy nerviosa sobre el ring, muy desconcentrada y presionada con la situación que estaba viviendo. Además se la vio mal preparada para el combate, como hace tiempo no sucedía, perdida sobre el cuadrilátero, sin saber qué hacer y planteando la pelea de forma totalmente equivocada, con las consecuencias del caso. Se vio un retroceso acentuado en su boxeo, peleando sin subir casi nunca la guardia y buscando la victoria de manera rápida, en vez de trabajar el combate, con poca pegada y resistencia casi nula, lo cual quedó en evidencia. Sin dudas, una derrota que servirá de experiencia a la uruguaya.
LR-U
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