Recientemente se presentó la Red Nacional de Propiedad Intelectual; la ministra de Educación y Cultura, María Simon, indicó que el tema está imbuido en la generación de conocimiento y la gestión del mismo, además de constituirse en una forma de encauzarlo hacia aplicaciones concretas.
La red se está dotando de un reglamento de funcionamiento, que tiene por finalidad la creación, promoción y utilización de instrumentos y servicios asociados a la propiedad intelectual. La meta es facilitar la protección y la incorporación de valor a la producción nacional de bienes y servicios a través del conocimiento. La ministra afirmó que la creación endógena de conocimiento de un país incluye al sistema de innovación desde la investigación aplicada, la apuesta en producción, el diseño, o la edición antropológica de cómo un producto o servicio es aceptado o no por la sociedad.
Luego de manifestar el vigoroso apoyo del MEC al proyecto, señaló que los productos agrícolas, la carne y la fruta tienen en su haber una gran cantidad de ciencia y tecnología, con controles, trazabilidad, software o genética, entre otras gestiones del conocimiento.
Simon recordó que las industrias culturales reproducibles, como el cine, la publicidad, el audiovisual, los libros, la música, han tenido una difusión notable y contienen un agregado de valor intelectual en forma pura. Indicó que en el caso del derecho de autor se registró una larga batalla contra la piratería y se arribó a una solución haciendo que el registro legal implicara un servicio por el cual se debe obtener un valor monetario a cambio.
Precisó que las reglas ayudan a los países periféricos, así como los estándares de calidad o los manuales de buenas prácticas, los cuales son referencia para un mundo que no conoce a Uruguay y que puede hacer objetiva la competitividad nacional.
En representación del ministro de Industria, Energía y Minería, Daniel Martínez, la directora Nacional de la Propiedad Industrial, María Cristina Dartayete, indicó que existe en el mundo un acervo de seis millones de patentes, de las cuales 32.036 fueron solicitadas en el Uruguay. Dartayete manifestó que la red está unida a un Uruguay globalmente competitivo mediante la apuesta al valor de la producción intelectual, con mecanismos eficaces de protección al conocimiento, además de articulación institucional entre comunidad científica y mundo empresarial. La red pretende generar capacidades en el ámbito de la propiedad intelectual y dotar al sistema de información de capacitación y de herramientas para el desarrollo de la investigación e innovación en el país. La propiedad intelectual tiene una importancia extrema como mecanismo protector de los derechos de las empresas innovadoras, permitiendo el rendimiento necesario para que alcancen sus objetivos estratégicos.
En ese sentido, la jerarca explicó que para que exista crecimiento real es condición indispensable la agregación de valor y ello es posible realizarlo en las manufacturas de media y alta tecnología, con recursos naturales que fomenten su marca, diseño, junto a su ubicación geográfica, entre otras características.
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