Con ese alto mando golpista no se puede negociar, hay que exigirle la renuncia", dijo Castro en un artículo titulado "Un error suicida", leído en el noticiero local por un locutor.
Propuso que "otros oficiales más jóvenes y no comprometidos con la oligarquía ocupen el mando militar o no habrá jamás un gobierno de pueblo, por el pueblo y para el pueblo en Honduras".
Castro, de 82 años hace tres años alejado del poder por una crisis de salud, dijo que en los acontecimientos que depusieron al presidente Zelaya y el arresto de la canciller Patricia Rodas "hubo hechos de carácter netamente fascista, que no por esperados dejan de asombrar".
"Los golpistas acorralados y aislados no tienen salvación posible si se enfrenta con firmeza el problema", añadió.
Afirmó además que hasta la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, condenó el golpe, y "los golpistas de Honduras ni siquiera respiran sin el apoyo de Estados Unidos".
Propuso que "otros oficiales más jóvenes y no comprometidos con la oligarquía ocupen el mando militar o no habrá jamás un gobierno de pueblo, por el pueblo y para el pueblo en Honduras".
Castro, de 82 años hace tres años alejado del poder por una crisis de salud, dijo que en los acontecimientos que depusieron al presidente Zelaya y el arresto de la canciller Patricia Rodas "hubo hechos de carácter netamente fascista, que no por esperados dejan de asombrar".
"Los golpistas acorralados y aislados no tienen salvación posible si se enfrenta con firmeza el problema", añadió.
Afirmó además que hasta la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, condenó el golpe, y "los golpistas de Honduras ni siquiera respiran sin el apoyo de Estados Unidos".
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