Paqui Maqueda estaba en la Audiencia Nacional en septiembre de 2008, cuando familiares de víctimas y asociaciones de memoria entregaron al juez Baltasar Garzón el listado
documentado con los nombres de 143.353 desaparecidos durante la Guerra
Civil y la dictadura. Paqui Maqueda estaba en Buenos Aires el pasado
diciembre, a donde viajó con un grupo de hijos, nietos y sobrinos de
rerepresaliados, para contar su historia en el juzgado argentino que atendió su querella
cuando el Supremo procesó a Garzón e hizo morir la causa en la
Audiencia Nacional. Y Paqui Maqueda estará el martes en Bruselas con
otras 40 personas que, como ella, han decidido ir a donde haga falta
para lograr que aquellos crímenes se investiguen, los desaparecidos se
busquen, y ellos sepan la verdad.
“Si nos cierran las puertas en España, buscaremos otras vías. No vamos a parar”, advierte Maqueda,
de 49 años, que lleva casi 11 en esta lucha. Su bisabuelo Juan fue
fusilado en su pueblo, Carmona (Sevilla). Tenía 72 años. A su tío
abuelo, Pascual, le aplicaron la ley de fugas y le mataron de siete
tiros por la espalda. Tenía 27 años. Sus otros dos tíos abuelos fueron
encarcelados al terminar la Guerra Civil y a Manuela, su bisabuela, los
falangistas la echaron de su casa —que quedó incautada— al día siguiente
de asesinar a su marido.
Maqueda y la delegación de víctimas de Andalucía, Madrid, País Vasco,
Aragón... que viajará a Bruselas, se entrevistarán con la presidenta de
la comisión de peticiones de la Eurocámara, Erminia Mazzoni, a la que
rogarán que presione a España para crear una comisión de la verdad y a
la que entregarán las firmas e historias de medio millar de víctimas que
no han podido desplazarse.
Un grupo de eurodiputados del PSOE, IU, ICV y Aralar ya ha firmado
una declaración de apoyo para la creación de esa comisión de la verdad
sobre los crímenes del franquismo. Y recuerdan que varios organismos de la ONU han instado a España a hacerlo.
“Vamos al Parlamento europeo a remover conciencias”, explica Jordi Gordon, portavoz de la Plataforma por la Comisión de la Verdad.
“A pedirle a Europa que asuma su responsabilidad, que no mire para otro
lado. Que no podemos conmovernos por la guerra de Siria o el drama de
la inmigración y mientras dejar en el olvido a los familiares de 150.000
desaparecidos del franquismo”.
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