No parecía fácil, pero hay un ministro en condiciones de arrebatar a José Ignacio Wert el título de miembro del Gobierno más discutido. EsJorge Fernández, ministro del Interior, que se ha situado como uno de los peores valorados con decisiones como el anteproyecto de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, las vallas de Melilla o la gestión del final de la doctrina Parot. Es el sexto peor valorado, en un conjunto de suspenso general a todos los miembros del Gabinete, a pesar de que el cargo de ministro del Interior suele llevar aparejado un plus de popularidad. En su caso, además, se juntan el rechazo de la izquierda y el de la derecha, que le considera blando por las excarcelaciones, como si él tuviera la culpa de decisiones judiciales. De esa forma, pasa del saldo positivo de 28 al negativo de uno entre los votantes del PP.
Fernández es, posiblemente, el ministro más cercano a Rajoy, ya que le ha acompañado a todos los ministerios por los que ha pasado, con cargos de confianza extrema. El presidente del Gobierno ha explicado estos días en RNE que no tiene previsto cambiar nada en el Gobierno, es decir, que afronta el inicio de la segunda parte de la legislatura con todos los ministros desgastados. Él mismo mantiene el grado de desaprobación ciudadana, ya que tres de cada cuatro ciudadanos rechazan su gestión como presidente.
No logra capitalizar un ligero optimismo ciudadano ante las perspectivas económicas. Ligero porque, aunque ha aumentado el porcentaje de los que creen que hemos tocado fondo en la crisis, dos de cada tres entienden que esa recuperación será muy lenta. Ese porcentaje es ahora del 66%, frente al 57% de hace dos meses. Todavía el 93% considera mala la situación.
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