Añadir especias a la comida para preparar platos más apetitosos es
una costumbre habitual entre las poblaciones humanas desde hace muchos
siglos. Sin embargo, lo que no se sabía es que ya se utilizaban en una
época tan temprana como ha mostrado el análisis realizado a vasijas de
cerámica encontradas en tres yacimientos de Alemania y Dinamarca.
Los resultados demuestran que hace ya 6.100 años los europeos
empleaban plantas para mejorar el sabor de su comida. Así que las
apreciadas especias, cuya búsqueda propició expediciones históricas como
el viaje de Cristóbal Colón a América o el de Vasco da Gama a África y a
la India hace 500 años, ya eran apreciadas por nuestros antepasados
prehistóricos.
Los científicos lograron rescatar restos carbonizados de varios
recipientes de cerámica que se utilizaban para cocinar. Según detallan
esta semana en la revista 'PLOS ONE', encontraron trazas de semillas de una planta que debía ser muy parecida a la actual aliaria o hierba del ajo (Alliaria petiolata).
Una
de las vasijas de cerámica de las que se recuperaron los fitolitos.|
Stiftung Schleswig-Holsteinische Landesmuseen Schloss Gottorf.
Un toque picante
Se trata de una especie vegetal que se encuentra en Europa, Asia
Central, el norte de India y el oeste de China. Alcanza el metro de
altura y se utiliza para aromatizar platos por su sabor picante que, como su nombre indica, recuerda al del ajo.
Y es que, según explica a ELMUNDO.es el italiano Marco Madella, coautor del estudio, la aliaria es una planta sin valor nutricional,
lo que demuestra que se utilizó para mejorar el sabor de los alimentos
que cocinaban y no por su valor nutricional, como se pensaba que se
hacía en aquella época.
Además, las trazas de este condimento aparecieron junto a restos de animales, tanto terrestres como marinos, y de otras plantas,
lo que respalda la hipótesis de que se utilizaban para condimentar
estos alimentos: "Estamos hablando de poblaciones muy tempranas, de las
que siempre se discute cómo aprovechaban los recursos. Se creía que
utilizaban las plantas por su valor nutricional más que por su sabor",
añade Madella en conversación telefónica desde Barcelona, donde desde
hace ocho años investiga en la Institución Catalana de Investigación y
Estudios Avanzados.
El nacimiento de la gastronomía
Anteriormente se habían encontrado otros restos que evidenciaban el
uso de especias en Europa para condimentar alimentos, pero no tan
antiguos. Por ejemplo, recuerda Madella, en el Mediterráneo se
utilizaban hierbas como la amapola, aunque los restos tienen una
antigüedad de unos 5.000 años. Las semillas de aliaria utilizadas hace 6.100 años serían las más antiguas encontradas en el continente europeo hasta la fecha.
Para identificar de qué planta se trataba, la compararon con 120 especies europeas y asiáticas.
No fue fácil averiguar qué tipo de hierbas usaban nuestros antepasados,
pues las muestras estaban carbonizadas y se trata de un material que no
suele conservarse: "Tenemos pocas pruebas del uso de plantas porque la materia vegetal, al ser cocinada, tiende a desaparecer.
No obstante, en este caso hemos sido capaces de recuperar estos restos
microbotánicos, los denominados fitolitos, que provienen de las
semillas", señala el investigador.
Nuestros antepasados añadían a las ollas de cerámica las semillas
maduras de la aliaria para darle un toque picante, sentando las bases de
la gastronomía en Europa.
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