.

.

jueves, 8 de agosto de 2013

El 'caso Snowden' lleva a la diplomacia ruso-estadounidense a su nivel más bajo

Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se encuentran en su nivel más bajo después de que el presidente norteamericano, Barack Obama, anulara la cita en Moscú con su homólogo ruso, Vladimir Putin, tras las diferencias surgidas entre ambos gobiernos por el 'caso Snowden'.
La anulación de una cumbre entre dos jefes de Estado es un hecho sin precedentes en las relaciones ruso-americanas desde la Guerra Fría. El gesto de Obama podría ser considerado por el Kremlin como una falta de respeto hacia Vladimir Putin en un país muy unido a los protocolos.
La anulación de la cita Obama-Putin no impedirá al presidente estadounidense asistir a la cumbre del G-20 que se celebrará los próximos 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo, una cita posterior al encuentro a solas en Moscú que debían mantener ambos mandatarios y que finalmente no se celebrará.
Para justificar la cancelación de la cumbre bilateral, la Casa Blanca alegó la "falta de progreso" en numerosos asuntos como el escudo antimisiles, la proliferación nuclear, las relaciones comerciales y los derechos humanos.
"Todos los signos muestran que las relaciones entre Washington y Moscú tienden hacia un enfriamiento grave", asegura la analista rusa del 'think tank' Centro Carnegie Lilia Chevtsova. "Hay demasiadas cuestiones pendientes por las que Rusia y Estados Unidos son incapaces de lograr una mínima reconciliación", añade.
La cancelación de la cumbre Obama-Putin llega una semana después de que Moscú concediera asilo temporal por un año al prófugo estadounidense Edward Snowden, el ex analista de la CIA que filtró el programa de vigilancia de las comunicaciones electrónicas que llevan a cabo los servicios de espionaje de EEUU.
Sin embargo, el 'caso Snowden' es sólo una de las disputas en la larga lista de desacuerdos acumulados entre Estados Unidos y Rusia desde el regreso al Kremlin de Vladimir Putin en mayo 2012 para un tercer mandato presidencial desde los de 2000-2008 y un paréntesis de cuatro años como primer ministro.
"El 'caso Snowden' es simplemente un pretexto para cancelar la visita" de Obama a Moscú, señala en su edición de este jueves el diario ruso 'Kommersant' citando una fuente del Kremlin. "Los estadounidenses evitan así importantes negociaciones, y su actitud inevitablemente acarreará consecuencias políticas", añade.

Medidas polémicas de Moscú

En menos de un año, Rusia ha prohibido a las familias norteamericanas adoptar menores rusos, ha obligado a las ONG que reciben fondos del exterior a registrarse como "agentes extranjeros" y ha adoptado una legislación que sanciona la "propaganda homosexual", incluyendo penas de prisión menor.
En la escena internacional, Rusia y Estados Unidos mantienen posiciones muy alejadas en asuntos como el de Siria, donde Moscú se niega a cesar su cooperación con el régimen de Bashar Asad, fuertemente criticado por los occidentales y las ONG para la defensa de los derechos humanos.
"Todos estos asuntos han complicado las relaciones ruso-estadounidenses hasta tal punto que Obama y Putin no tienen nada que decirse en un encuentro bilateral", señala la analista Chevtsova.

Desinterés estadounidense

La Administración norteamericana se muestra especialmente irritada por no haber obtenido ninguna respuesta constructiva de Rusia a las propuestas de Obama para fijar una nueva ronda de negociaciones sobre la reducción de armamentos, una prioridad para el presidente de Estados Unidos.
A consecuencia de ello, los expertos consideran que Obama podría prestar menos interés en las relaciones con Rusia para lo que resta de su segundo mandato, que expira en 2017. De momento, el Gobierno norteamericano no ha mostrado deseo alguno de celebrar un encuentro Obama-Putin al margen del G-20 en San Petersburgo.
"Un encuentro entre los dos presidentes tendría resultados", sostiene, sin embargo, Alexei Pushkov, presidente de la Comisión de Exteriores de la Cámara Baja rusa (Duma).
El anuncio, el pasado 1 de agosto, de que Rusia concedía el asilo político temporal a Snowden, tras permanecer más de cinco semanas en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, fue particularmente irritante para Washington, que no fue previamente informado, según una fuente cercana al caso. Y ello a pesar de que los jefes del FBI Robert Mueller y su homólogo ruso del FSB, Mijail Bortnikov, habían estado trabajando estrechamente sobre este asunto a petición de los dos presidentes.

No hay comentarios: