Cada año se registran en España una media de 45 brotes de legionela,
cuyos casos aumentan con la llegada del calor, ha advertido la Sociedad
Española de Sanidad Ambiental.
Las altas temperaturas hacen que se pongan en funcionamiento los
sistemas de aire acondicionado vinculados a torres de refrigeración,
instalaciones consideradas de riesgo pues en ellas puede desarrollarse
la bacteria causante de la enfermedad.
Si no tienen un buen mantenimiento, debido a que los titulares de las
mismas no han llevado a cabo tratamientos higiénico-sanitarios para
garantizar que la bacteria se encuentre controlada, pueden producirse
casos de legionelosis.
Dado que las instalaciones con potencial de riesgo se encuentran en todos los lugares,
empezando por las propias casas, hoteles o gimnasios, el buen
mantenimiento de duchas, jacuzzis o spas es la mejor medida preventiva
que a título particular se puede adoptar, según los expertos.
La legionela afecta de forma muy diferente a las personas y los más
vulnerables son los mayores, los varones, los enfermos o los fumadores.
Los casos producidos en el ámbito comunitario son los más frecuentes, seguidos de los que se registran en los hospitales y los asociados a viajes.
Los segundos, que se denominan "nosocomiales", son los más graves al
afectar a pacientes en situación vulnerable, con una mortalidad en torno
al 11,1%.
En España, las medidas de mantenimiento de las instalaciones de
riesgo están reguladas por el Real Decreto 865/2003, de 4 de julio y
obligan a realizar un tratamiento de limpieza y desinfección previa a su
puesta en funcionamiento cuando hayan estado paradas más de un mes.
Según José Mª Ordóñez Iriarte, presidente de la Sociedad Española de
Seguridad Ambiental, "los titulares de las instalaciones tienen que ser
conscientes que son los responsables del cumplimiento de lo dispuesto en
esa norma".
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