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miércoles, 5 de junio de 2013

Piden que la mujer que quemó al violador de su hija pueda seguir con su tratamiento en prisión

El abogado de la mujer de Benejúzar (Alicante) condenada por matar al violador de su hija en 2005 ha presentado un recurso en el que solicita que reciba el mismo tratamiento médico que sigue en la actualidad tras haber ordenado la Audiencia de Alicante su ingreso en prisión.
El letrado de la mujer, Joaquín Galant, ha indicado a Efe que la Audiencia de Alicante "reconoce" que su cliente padece un trastorno adictivo mixto con síntomas de ansiedad y depresión causado por la violación de su hija.
El abogado ha alegado que la condenada, María del Carmen G., sigue un tratamiento médico por parte de una doctora del Centro de Salud de Orihuela y de la jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital de San Juan.
Ha afirmado que la continuidad de ese tratamiento le ha permitido estacionarse, reinsertarse, paliar los síntomas y mantener una vida normalizada en la actualidad.
Conscientes de que el ingreso en prisión de María del Carmen G. es irremisible, su representante legal ha presentado un recurso ante la Audiencia de Alicante en el que pide que ella pueda recibir el mismo tratamiento médico como hasta ahora.
Por ello, propone aplazar o retrasar unos cuantos días su ingreso en la cárcel para que se pueda hablar y consultar con las psiquiatras que le atienden con la finalidad de detallar con tiempo suficiente la forma más aconsejable de proseguir con ese tratamiento una vez esté en prisión.
A este respecto, se pide que no entre en el centro psiquiátrico de la prisión ni en un establecimiento penitenciario de fuera de Alicante.

Recogida de firmas para un nuevo indulto

Por otra parte, el abogado ha señalado que familiares y amigos de la condenada, colectivos sociales y particulares estarían impulsado la recogida de firmas con el objetivo de solicitar al Ministerio de Justicia y al Consejo de Ministro un nuevo indulto para María del Carmen G.
La Sección Séptima de la Audiencia de Alicante ha desestimado la petición de suspender la ejecución de la pena impuesta a María del Carmen G., condenada por matar al violador de su hija, después de rociarle con gasolina y prenderle fuego, y ha acordado mantener en su integridad un auto del pasado mes de abril en el que requería su ingreso voluntario en prisión.
María del Carmen G. fue condenada en julio de 2009 por la Audiencia alicantina a 9 años y medio por el crimen, aunque un año después el Tribunal Supremo rebajó la pena hasta 5 años y medio por asesinato y lesiones, al aplicarle la eximente incompleta de trastorno mental transitorio.
La Sección Séptima de la Audiencia de Alicante acordó en su día suspender la ejecución de la pena en tanto el Gobierno resolvía la solicitud de indulto formulada en su día por la condenada, petición que fue denegada.
Al no concederse el indulto, el mismo tribunal dictó en abril pasado un auto por el que se acordaba dejar sin efecto la suspensión de la condena y se requería a la mujer para que indicara el día que quería ingresar en prisión para cumplir la pena impuesta, con apercibimientos de ser conducida por la fuerza pública.
El abogado de la condenada presentó en mayo pasado un escrito pidiendo que se dejara sin efecto su ingreso en prisión o, en su caso, que continuara la suspensión de la ejecución de la pena hasta que el Tribunal Supremo (TS) resolviera el recurso contencioso-administrativo que había interpuesto contra la denegación del indulto por parte del Consejo de Ministros.
La Sección Séptima de la Audiencia de Alicante ha desestimado ahora esa solicitud, después de que el Supremo haya denegado recientemente, en un auto con fecha de 22 de mayo de 2013, suspender cautelarmente la pena, y ha asumido los argumentos esgrimidos por el TS.

El agresor le preguntó por su hija

Los hechos ocurrieron el 13 de junio de 2005, cuando María del Carmen G. esperaba el autobús en el municipio alicantino de Benejúzar y se le acercó Antonio C.V., quien cumplía una condena de 9 años de prisión por violar a la hija de la mujer siete años antes (cuando la menor contaba con 13) y que en ese momento disfrutaba de un permiso carcelario.
Antonio C.V. le preguntó qué tal estaba su hija, a lo que la mujer contestó: "Maldito, maldito eres tú".
Más tarde, el hombre acudió a un bar próximo, mientras que la condenada llenó una botella de plástico con gasolina, entró en el establecimiento y, tras decirle: "¿Te acuerdas de mí? Pues para que no me olvides", roció a Antonio C.V y le prendió fuego, lo que provocó la muerte de éste días después en un hospital de Valencia.

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