Reclamando un gran logro estratégico, después de tres semanas de
ofensiva, el Ejército del presidente sirio Bachar El Asad dijo este
miércoles que ha recuperado el control de la práctica totalidad de la
localidad fronteriza de Qusair. Varios grupos observadores han
confirmado la retirada de los rebeldes de la ciudad. Si el Ejército
oficial sirio mantiene el control de Qusair, habrá logrado un importante
éxito sobre el terreno, dado que se asegura un pasaje seguro en el
corredor que une Damasco, la capital, con la provincia de Latakia, al
norte, refugio de la minoría alauí, a la que pertenece la familia
presidencial.
La agencia oficial de noticias de Siria, Sana, dijo que “las Fuerzas
Armadas han restaurado la seguridad y la estabilidad en la ciudad de
Qusair”. “El Ejército destruyó los escondites de los terroristas con
todas las armas y municiones que tenían dentro, y los túneles y
barricadas donde los terroristas se habían fortificado”, añadió. El
régimen suele referirse a los opositores con el término de terroristas.
El 19 de mayo, tras las primeras horas de asedio a Qusair, en la
provincia de Homs, el Gobierno ya reclamó una prematura victoria, al
asegurar que había tomado más de la mitad de la ciudad y se hallaba ya
en el centro de esta.
Al retomar esa localidad, El Asad también se asegura un pasaje seguro
a Líbano, desde donde entra a Siria armamento y milicianos del grupo
chiíta Hezbolá, que le han asistido en la toma de Qusair. El
Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo observador afiliado a
la oposición, dijo: “Milicianos de la guerrilla libanesa de Hezbolá han
tomado la ciudad de Qusair después de un intenso bombardeo nocturno por
parte de las fuerzas del régimen, que continuó hasta el amanecer de hoy.
Los informes indican a que los rebeldes se retiraron de la ciudad dada
la carencia de munición y de hombres, a pesar de las muchas promesas de
que esos suministros llegarían a los rebeldes en Qusair”.
“Quien controla Qusair controla el centro del país, y quien controla
el centro del país controla toda siria”, proclamó el general de brigada
Yahya Suleiman, del Ejército gubernamental, a la televisión libanesa
Mayadin. Hay, según los observadores, unos 1.200 heridos en la ciudad,
que necesitan atención médica urgente.
Horas antes de que el régimen sirio se atribuyera esa victoria, el
general Selim Idriss, comandante del opositor Ejército Libre Sirio, dijo
que sus hombres están dispuestas a llevar su lucha incluso a Líbano,
para contener el embiste de la milicia de Hezbolá, dando indicaciones de
que el conflicto puede engullir aún más al país vecino. “Los milicianos
de Hezbolá están invadiendo el territorio sirio, y si siguen
haciéndolo, y las autoridades libanesas no toman medidas para evitar que
entren en Siria, creo que es permisible que luchemos contra los
milicianos de Hezbolá en si territorio”, dijo a la cadena británica BBC.
Los Gobiernos de Francia y Reino Unido han revelado que las pruebas
efectuadas a muestras de sangre tomadas a heridos en un ataque en Siria
han demostrado que fueron expuestos a gas sarín, un arma química con la
que el régimen cuenta en sus arsenales. Ambos han enviado esas pruebas a
los investigadores de Naciones Unidas, sin acusar directamente del uso
de armas químicas a Gobierno u oposición. El martes, los investigadores
del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas
publicaron un informe en el que acusaron a ambas partes en liza de
violaciones de los derechos humanos y masacres.
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