La principal promesa electoral de François Hollande, reformar y
potenciar la educación nacional, va a ir finalmente más lejos de lo
previsto. El ministro de Educación, Vincent Peillon, anunció este
miércoles que su departamento contratará a 10.000 licenciados en paro para reforzar los centros más conflictivos de secundaria, una cifra que se añade a los 60.000 puestos de educadores nuevos previstos para los próximos cuatro años por la nueva ley de Educación, que fue definitivamente aprobada este martes por el Parlamento.
Peillon señaló que los 10.000 puestos suplementarios servirán para
reforzar y dar “más serenidad y seguridad” a los colegios y liceos de
las zonas más desfavorecidas. Los contratos serán firmados en
septiembre, tendrán una duración de un año renovable, serán a tiempo
parcial, y se dirigirán a los licenciados que ahora están sin empleo,
indicó el ministro. “La idea es que la educación nacional sea un gran
hogar, y que los jóvenes encuentren en ella una perspectiva y una vía de
formación”.
El número de los interinos de apoyo para la educación secundaria ha
disminuido mucho en los últimos años, y sumaba solo 4.500 plazas a fines
de 2012, dijo Peillon, que especificó que los nuevos contratados
ayudarán a los profesores titulares en sus clases y en la orientación de
los alumnos, se ocuparán de las actividades de informática y nuevas
tecnologías, y en general “contribuirán a mejorar el clima de la escuela
para socializar a los alumnos e inculcarles los valores de la vida en
común”.
El ministerio precisó en una nota que los interinos podrán realizar
otras misiones, como vigilar y acompañar las entradas y salidas
escolares, organizar actos culturales, deportivos y artísticos, mediar
en los casos de alumnos con problemas de comportamiento.
Peillon, un filósofo que cumple en el ministerio su primera tarea
política de peso, ha dirigido con temple la llamada “refundación de la
escuela republicana”. El sistema público y laico creado por la
Revolución Francesa vive una aguda crisis de resultados y un creciente desequilibrio entre barrios ricos y pobres tras un par de décadas de retoques sugeridos desde Bruselas y adoptados por los sucesivos Gobiernos conservadores.
Los 10.000 refuerzos anunciados el miércoles se suman a otros 10.000
contratos previstos para apoyar a los directores de los centros, y a los
8.000 anunciados para ayudar a los alumnos con discapacidades. Los
salarios los pagará en un 75% el ministerio de Trabajo y en un 25% el de
Educación. El titular de Trabajo, Michel Sapin, prometió en junio
92.000 contratos subvencionados para jóvenes sin empleo, y casi un
tercio de ellos serán para Educación.
El grueso de las incorporaciones a la escuela pública, en todo caso,
son los 60.000 puestos de funcionarios fijos prometidos por Hollande
durante la campaña, aprobados en la nueva ley y que echarán a andar al
inicio del nuevo curso. De estos, 27.000 puestos se dedicarán para
formación de los profesores, 3.000 para escolarizar a los menores de
tres años, y 4.000 para mejorar la equidad territorial.
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