Hoy se cumple un año desde que Julian Assange, fundador del web de filtraciones wikileaks, se refugió
en la embajada de Ecuador en Londres. Cruzó la puerta para pedir asilo
tras ordenar un juez británico su extradición a Suecia, donde está
acusado de abusar sexualmente
de dos mujeres en agosto de 2010. Por tal acusación pende una orden de
arresto sobre él. Ecuador le dio asilo político pero el gobierno
británico mantiene que será arrestado tan pronto como ponga un pie en la
calle.
En una entrevista concedida a distintas agencias el periodista, informático y antiguo hacker afirma que no abandonará la embajada, incluso si la justicia sueca retirara la orden de arresto no la abandonaría, por el temor de que exista un plan por parte de los Estados Unidos para capturarlo, extraditarlo y juzgarlo por espionaje.
"Mi abogado tiene motivos para sospechar de que existe una acusación secreta [emitida por un juez de Virginia] para arrestarlo, a no ser que el gobierno británico me diera un salvoconducto", declaró Assange. "Sabemos que hay una investigación en marcha en los Estados Unidos y que soy un objetivo del jurado federal. Hay un 99,97% de posibilidades de que sea arrestado.
Así que, aunque el gobierno sueco retirara su petición [de extradición], yo no abandonaría la embajada. Mis abogado me han advertido de que no debo dejar la embajada por el riesgo de ser arrestado y extraditado a los Estados Unidos". Permanecerá en la embajada hasta que le garanticen que esto no sucederá.
El lunes se reunieron en Londres el ministro de exteriores británico, William Hague, y su homólogo ecuatoriano, Ricardo Patiño, que viajó especialmente desde Quito para buscar una solución. Le pidió a Hague un salvoconducto para que Assange pudiera llegar hasta el aeropuerto y coger un avión hacia Ecuador, donde le darían asilo. Hague insistió en que no le dejarían marchar sin llevar a cabo la orden de arresto procedente de Suecia. Sin embargo, acordaron crear un grupo de trabajo legal para tratar de encontrar una solución.
Assange, de 40 años, experto en física y en matemáticas, fundó la web Wikileaks
en 2006 que permitía la publicación de documentos por parte de
cualquiera. En el año 2010 publicaron 92.000 documentos secretos
filtrados sobre la guerra de Afganistán y de Irak en los cuales se
exponían torturas, violaciones y asesinatos sistemáticos que pusieron en
jaque al Pentágono. Los Estados Unidos la definieron como la mayor filtración de documentos de su historia y culparon a Assange y Wikileaks de poner en peligro la seguridad nacional. Los documentos fueron filtrados por el soldado Bradley Manning,
de 25 años, que fue arrestado y desde este 3 de junio está siendo
juzgado en los Estados Unidos por espionaje y ayudar al enemigo, cargos
por los que podría ser condenado a cadena perpetua.
Tras la filtración de los cables, se inició un acoso a Wikileaks y
trataron de cerrar la web. Entonces llegaron las acusaciones de
violación de dos mujeres por parte de la justicia sueca. Assange, que se
encontraba en Londres entonces, fue detenido. Llevó a los tribunales su
extradición. Finalmente, el año pasado el juez británico ordenó su
extradición a Suecia. Fue entonces cuando Assange se refugió en la embajada de Ecuador,
país involucrado en un cable diplomático confidencial de 2009 en el
cual la embajada estadounidense en Quito afirmaba que "la corrupción es
generalizada en la policía". El gobierno expulsó del país a la
embajadora.
Julian Assange ha pasado toda la vida de un sitio a otro, desde que era un niño y sus padres eran actores ambulantes, primero viajando y luego escondiéndose. El periodista australiano asegura que no se arrepiente de haberse refugiado en la embajada ecuatoriana y que "estratégicamente ha pasado lo que esperaba". Reconoce que preveía pasar entre medio año y dos años recluido en el interior del edificio antes de que se resolviera su caso. "Y sigo dentro del plazo". También niega los rumores que dicen que padece problemas de salud, aunque admite que "no es sano que no te toque la luz del día". El ministro ecuatoriano aseguró el lunes que Assange le había dicho que podría pasarse cinco años más encerrado en la embajada.
El aniversario de la reclusión de Assange coincide con la filtración del programa espionaje de ciudadanos de los servicios secretos estadounidense. Assange calificó de "héroe" al confidente, el ex trabajador de la CIA Edward Snowden, quien está escondido en Hong Kong. Además, le recomendó que se marchara a América Latina y pidiera asilo allí.
En una entrevista concedida a distintas agencias el periodista, informático y antiguo hacker afirma que no abandonará la embajada, incluso si la justicia sueca retirara la orden de arresto no la abandonaría, por el temor de que exista un plan por parte de los Estados Unidos para capturarlo, extraditarlo y juzgarlo por espionaje.
"Mi abogado tiene motivos para sospechar de que existe una acusación secreta [emitida por un juez de Virginia] para arrestarlo, a no ser que el gobierno británico me diera un salvoconducto", declaró Assange. "Sabemos que hay una investigación en marcha en los Estados Unidos y que soy un objetivo del jurado federal. Hay un 99,97% de posibilidades de que sea arrestado.
Así que, aunque el gobierno sueco retirara su petición [de extradición], yo no abandonaría la embajada. Mis abogado me han advertido de que no debo dejar la embajada por el riesgo de ser arrestado y extraditado a los Estados Unidos". Permanecerá en la embajada hasta que le garanticen que esto no sucederá.
El lunes se reunieron en Londres el ministro de exteriores británico, William Hague, y su homólogo ecuatoriano, Ricardo Patiño, que viajó especialmente desde Quito para buscar una solución. Le pidió a Hague un salvoconducto para que Assange pudiera llegar hasta el aeropuerto y coger un avión hacia Ecuador, donde le darían asilo. Hague insistió en que no le dejarían marchar sin llevar a cabo la orden de arresto procedente de Suecia. Sin embargo, acordaron crear un grupo de trabajo legal para tratar de encontrar una solución.
Wikileaks, el origen

Una persona sujeta un cartel que dice: 'No disparen al mensajero'. | Efe
Julian Assange ha pasado toda la vida de un sitio a otro, desde que era un niño y sus padres eran actores ambulantes, primero viajando y luego escondiéndose. El periodista australiano asegura que no se arrepiente de haberse refugiado en la embajada ecuatoriana y que "estratégicamente ha pasado lo que esperaba". Reconoce que preveía pasar entre medio año y dos años recluido en el interior del edificio antes de que se resolviera su caso. "Y sigo dentro del plazo". También niega los rumores que dicen que padece problemas de salud, aunque admite que "no es sano que no te toque la luz del día". El ministro ecuatoriano aseguró el lunes que Assange le había dicho que podría pasarse cinco años más encerrado en la embajada.
El aniversario de la reclusión de Assange coincide con la filtración del programa espionaje de ciudadanos de los servicios secretos estadounidense. Assange calificó de "héroe" al confidente, el ex trabajador de la CIA Edward Snowden, quien está escondido en Hong Kong. Además, le recomendó que se marchara a América Latina y pidiera asilo allí.
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