Una semana después del derrumbe del edificio
de Dacca (Bangladesh) que albergaba varias fábricas textiles que
trabajaban para firmas occidentales, las autoridades de ese país han
presentado las cifras oficiales del siniestro: hay 402 muertos y 149 desaparecidos.
Así lo ha señalado el general Chowdhury Hasan Suhrawardy, quien ha
facilitado una lista con los nombres de las 149 personas que aún
permanecen en paradero desconocido. Igualmente, el alto militar ha
admitido que el número de muertos al venirse abajo el edificio de ocho
plantas situado en Rana Plaza, en la periferia de la capital, asciende a
402.

El desastre ha vuelto a poner de manifiesto las malas condiciones laborales
y de seguridad que sufren los trabajadores de talleres textiles en el
país asiático, que abastecen a multinacionales occidentales.
La Policía Industrial acusó a los propietarios de las fábricas de ignorar las grietas que aparecieron en el edificio el pasado martes, un día antes de la catástrofe.
Bangladesh es el país del mundo con costes más baratos de producción
en la industria de la ropa y por eso empresas de todo el mundo están
trasladando parte de su producción al país asiático, de acuerdo con la
Campaña Ropa Limpia.
Protestas el 1 de Mayo
Este 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, decenas de miles de personas han vuelto a manifestarse por las calles para reclamar el arresto de los propietarios de los talleres de confección.
Miles de trabajadores portando pancartas y banderas rojas en las que llevaban escrito 'Colgad a los asesinos, colgad a los dueños de los talleres' han desfilado por las calles de Dacca. Manifestaciones similares se han producido en otros puntos del país en este día festivo.
A pesar del llamamiento del primer ministro, Sheikh Hasina, para
mantener la "cabeza fría", la cólera sigue inflamando las calles y las
autoridades temen que surjan actos de violencia y de vandalismo en los talleres textiles.
Detenciones
Al descontento social, el Gobierno de Bangladesh debe hacer frente a
las críticas provenientes de las compañías occidentales que confeccionan
ropa en ese país asiático y que habían reclamado mejoras en la seguridad de los empleados locales. Igualmente, las autoridades han sido duramente criticadas por no haber permitido la ayuda exterior en las labores de desescombro.
Por ahora, han sido detenidos dos empresarios y dos funcionarios municipales. Entre las compañías que sí han confirmado que producían en alguna de las empresas locales implicadas en el siniestro figuran Primark, El Corte Inglés, Bon Marche y Joe Fresh. También se apunta a un empresario español, David Mayor, copropietario de uno de los talleres de ropa afectados, como uno de los principales sospechosos en la investigación de la catástrofe.
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