Francisco Camps, expresidente de la Comunidad Valenciana y diputado autonómico, y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia y diputada autonómica, están a un paso de ser imputados en el caso Nóos por la adjudicación a dedo de varios contratos a favor del instituto que dirigían Iñaki Urdangarin, yerno del Rey, y su socio Diego Torres, por casi cuatro millones de euros entre 2004 y 2006.
Como ambos políticos del PP
son aforados, si el juez Castro entendiera finalmente que hay indicios
suficientes contra ambos dirigentes, debería inhibirse en la parte de la
investigación referida a la Comunidad Valenciana y remitir este asunto
al Tribunal Superior de Justicia de esa autonomía.
La declaración de Urdangarin ante el juez José Castro del pasado 23 de febrero, cuya transcripción
adelantó ayer la edición digital de EL PAÍS, coloca a los dos
dirigentes del PP valenciano en situación similar a la del expresidente
balear Jaume Matas, ya imputado en el caso Nóos por dar adjudicaciones a dedo.
Urdangarin admitió ante el juez que todos los contratos a dedo que
logró de las administraciones valencianas —los dos eventos Valencia
Summit y la preparación de unos Juegos Europeos en esa comunidad—
tuvieron su origen en sus entrevistas con Camps y Barberá, que asumieron
sus propuestas y le adjudicaron esos proyectos sin concurso público
alguno.
“Me reuní en Valencia con Francisco Camps. Había una idea sobre los
Juegos Europeos y les explicamos lo que se podía hacer, si había una
oportunidad para llevarlos a cabo, simplemente eso”, declaró Urdangarin.
El duque de Palma aseguró que no recordaba las fechas de aquella
decisión pero que tras salir de la reunión con Camps empezaron a
trabajar en el proyecto de los Juegos Europeos. Este proyecto nunca se
llevó a efecto, pero Nóos giró a la Comunidad Valenciana facturas por
382.000 euros por una serie de estudios para su realización. Según la
investigación judicial, estos documentos preliminares valían mucho menos
y de hecho, la Generalitat Valenciana llegó a devolver al instituto de
Urdangarin más de 100 facturas por valor de dos millones de euros.
Urdangarin también relató al juez cómo presentó a la alcaldesa de
Valencia, Rita Barberá, su proyecto para organizar en esa ciudad un
evento, el Valencia Summit. “Hubo reuniones en Valencia con la alcaldesa
y con el señor Camps para explicarles el proyecto. En la alcaldía debió
ser, o en una comida, no lo recuerdo ahora. Y con el señor Camps pues
también en algún momento en su despacho o donde fuese. Les expusimos
ideas para aprovechar que el evento deportivo, el America’s Cup tuviese
el máximo rendimiento en Valencia (...) Le propusimos la creación de un
foro de discusión donde personas multidisciplinares de distintos puntos
de vista pudiesen aportar ideas, proyecto y experiencia sobre otros
grandes eventos deportivos que habían existido en el mundo y que
Valencia se pudiera nutrir de ese conocimiento y aplicarlo”, explicó
Urdangarin. “En esas reuniones [con Camps y Barberá] se concretó la
creación de un Valencia Summit, entiendo”, señaló.

El juez Castro apuntaba en un auto del pasado 30 de enero,
donde aceptaba la petición de fianza que había hecho la fiscalía, que
los convenios firmados por el Gobierno valenciano con Nóos “no fueron
otra cosa que la forma arbitraria de vestir el santo, con la única
finalidad, y con total abuso de poder, de beneficiar al Instituto Nóos y
en este caso al más ilustre de sus miembros, al señor Urdangarin”.
En ese auto, acusaba a la Comunidad Valenciana durante el mandato de
Francisco Camps y al ayuntamiento de Valencia, gobernado por Rita
Barberá, de incurrir en “transgresiones palmarias” de la ley, y de
prescindir “olímpicamente de tramitar ningún concurso público o
negociado”, lo que les hacía merecedores “del más intenso reproche ético
y jurídico en tanto estarían quebrantando el especial deber que sobre
los mismos pesa en orden a la correcta gestión de los fondos públicos
que les han sido confiados”.
Pese al duro alegato, el juez Castro aún no ha tomado la decisión de
inhibirse y enviar una pieza separada al Tribunal Superior de Justicia
de Valencia para que se impute a Camps y a Barberá, que mantienen
silencio sobre estos contratos adjudicados al Instituto del yerno del
Rey. El juez considera nulos de pleno derecho los convenios firmados por
la Comunidad Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia con Nóos y
asegura que los culpables de esa situación no son solamente Urdangarin y
Torres, los beneficiarios del negocio. “Deviene imposible imaginar una
disposición de fondos públicos en la que no intervenga de una manera
activa o pasiva quien tiene encomendada su gestión”, remachó el juez en
alusión a los dirigentes políticos.
La alcaldesa y el expresidente callan
CRISTINA VÁZQUEZ / Valencia
Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin
en el Instituto Nóos, aseguró en su declaración ante el juez José
Castro, el pasado 16 de febrero, que él y Urdangarin negociaron en marzo
de 2004 con el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la celebración de los Valencia Summit en un almuerzo en la Zarzuela.Solo unas horas después, fuentes del entorno de Camps desmintieron a través de una agencia de noticias lo dicho por Torres. En el comunicado, estas fuentes calificaron de falsas las palabras del exsocio del duque de Palma.
La alcaldesa valenciana no ha querido confirmar ni desmentir la reunión en la residencia real, simplemente ha eludido la cuestión. “No voy a entrar en estrategias de culpar o defender, que son intereses de parte”, declaró hace unos días sin aclarar si negoció o no en Zarzuela este foro sobre eventos deportivos, que costó a las arcas públicas valencianas más de tres millones de euros.
Barberá se ha limitado a repetir estos días que no firmó ningún convenio [para la celebración del foro] ni votó nada relacionado con los Valencia Summit y ha redirigido todas las preguntas a la Turismo Valencia Convention Bureau, la fundación municipal que suscribió el convenio con Nóos. Barberá ha declarado que en sus 22 años al frente del Ayuntamiento de Valencia ha visto “muchas veces” a miembros de la familia real.
En su declaración ante el juez, Urdangarin negó la reunión preparatoria de la cumbre Valencia Summit.
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