A casi 40 años de que la dictadura de Augusto Pinochet comenzara a diseñar un plan represivo compartido con otros países del Cono Sur, la justicia argentina pone este martes en marcha el primer juicio oral de lo que se conoció como el Plan Cóndor. Aquel dispositivo involucró, además de Chile y Argentina, a las dictaduras de Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil.
El dictador argentino
Jorge Videla, durante la vista oral del juicio por el Plan Cóndor, este
martes en Buenos Aires. JUAN MABROMATA | AFP
Veinticinco militares de alta
graduación están acusados de haber participado en esa red del crimen.
Entre ellos se encuentran los dictadores argentinos Jorge Videla y Reynaldo Bignone, que ya purgan sendas condenas a prisión perpetua. El juicio se ha iniciado un día después de que fueran denunciadas dos amenazas de bomba en
la sede de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y en el
Archivo Nacional de la Memoria. Un supuesto Comando Patriótico se
atribuyó la intimidación. "No es casual que estas amenazas coincidan con
la nueva etapa en los juicios por crímenes de lesa humanidad", dijo el
secretario de Derechos Humanos, Luis Alén.
La
primera causa por hechos cometidos en el marco del Plan Cóndor se abrió a
finales de la década de los 90. Pero entonces regían las leyes de
impunidad y poco se pudo hacer. Desde el 2006, cuando se anularon las
normas que impedían juzgar a los represores, hasta finales del 2012, los
tribunales dictaron 354 condenas y absolvieron a 35 acusados de cometer
delitos aberrantes entre 1976 y 1983.
Más de 400 testigos
El
juicio que se ha iniciado hoy en la ciudad de Buenos Aires no deja de
tener su arista paradójica: la mayoría de los hechos que se ventilarán
en el tribunal están relacionados con hechos que involucran a ciudadanos
uruguayos, paraguayos y chilenos. El Tribunal Oral Federal número 1
escuchará a lo largo de dos años a unos 450 testigos.
Los
militares acusados eran en principio 32, pero algunos de los que
tuvieron vital importancia en la construcción de la red represiva
regional han fallecido, como los generales Albano Harguindeguy, Cristino Nicolaides y Antonio Bussi. Entre los 106 detenidos desaparecidos en el marco del Plan Cóndor no hubo supervivientes.
Todos los extranjeros cayeron en Argentina. El grupo de víctimas más
importante es de Uruguay (48); luego siguen Paraguay, Chile, Bolivia y
un caso de Perú. Hay tres argentinos que fueron secuestrados en Brasil.
Aniquilamiento compartido
Los
fiscales saben de antemano que el Plan Cóndor fue algo más que un
intercambio de información entre los organismos de los países que
estaban sometidos a régimenes militares. Fue la implementación de un
mecanismo de persecución y aniquilamiento compartido.
El juicio comienza cuando, en Uruguay, el Tribunal Supremo acaba
de asestar un duro golpe a las expectativas de juzgar los delitos
represivos. La máxima instancia judicial consideró que es
inconstitucional una ley que, dos años atrás, había determinado que las
violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1985 eran
imprescriptibles. El excoronel y agente de inteligencia del Ejército
uruguayo Manuel Cordero será el único extranjero que declare en el juicio que tiene lugar en Buenos Aires.
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