La Casa del Rey conoció, amparó y favoreció los negocios de Iñaki Urdangarin,
marido de la infanta Cristina, entre 2003 y 2007, según sostiene Diego
Torres, exsocio y mano derecha del Duque de Palma en distintos proyectos
empresariales. Torres y Urdangarin están imputados desde hace más de un
año por la supuesta apropiación indebida de fondos públicos.
La estrategia de Torres,
puesta en marcha el 12 de abril de 2012 y todavía hoy vigente, consiste
en facilitar al juez, de manera dosificada, cientos de correos
electrónicos que sacó de los ordenadores de la empresa que compartía con
Urdangarin. Con esos documentos pretende demostrar que distintos
miembros de la Casa del Rey, entre ellos la infanta Cristina, esposa de Urdangarin, y su secretario, Carlos García Revenga, conocieron y colaboraron con los negocios que emprendió el Duque de Palma en aquellos años y que ahora están bajo sospecha.
La séptima remesa de correos electrónicos que llegó el pasado martes
al juzgado de la mano del abogado de Diego Torres apuntan a que la infanta Cristina
conoció en 2003, cuando arrancó el negocio de Urdangarin con el
Instituto Nóos, los pormenores de aquella aventura empresarial.
“Aprovecho que estás conectada”, escribía el yerno del Rey a la infanta
Cristina el 20 de febrero de 2003, “para enviarte una comunicación de Nóos que tengo pensado enviar. Hay dos versiones. Clientes, colaboradores y amigos. Léelo y dime que piensas”.
Nóos era un instituto sin ánimo de lucro creado en 1999 que empezó a
tener actividad en 2003, cuando Urdangarin fue nombrado presidente del
mismo. Bajo la apariencia de una entidad sin ánimo de lucro, Nóos logró contratos
millonarios de los Gobiernos de Baleares y la Comunidad Valenciana,
ambos en manos del PP. Esos contratos fueron adjudicados a dedo y nadie
controló que el dinero público adjudicado se correspondía con lo
realmente gastado, según la investigación judicial. Gran parte de los
casi seis millones de euros que Nóos consiguió de las administraciones
públicas entre 2004 y 2006 acabó en la caja de empresas privadas con
ánimo de lucro que eran propiedad de Urdangarin y de su socio, Diego
Torres.
Cuando se hizo cargo del Instituto Nóos, el propio Duque de Palma
hizo partícipe de su nueva aventura empresarial a decenas de personas
en un correo electrónico, incorporado el pasado martes a la causa
judicial y que también envió al Rey Juan Carlos, a la Reina y al
secretario de la infanta.
Torres lleva un año descubriendo nuevas bazas judiciales para
implicar a la infanta —que figuraba como secretaria en la Junta
Directiva de Nóos— en los negocios por los que está imputado.
Ordenados cronológicamente, los correos electrónicos muestran una
intensa actividad empresarial de Urdangarin conocida por la Casa del Rey
y favorecida en algunos casos por las supuestas gestiones que hicieron
miembros de la familia real. Éstos son sus principales hitos.
» 2003. Inicio del proyecto. Cuando Iñaki Urdangarin
se alió con Diego Torres para poner en marcha su negocio hizo
partícipes de sus planes a casi todos los miembros de la familia real y,
principalmente, a su esposa, la infanta Cristina. Tres correos
electrónicos remitidos por Urdangarin a su mujer y al secretario de
ésta, Carlos García Revenga, así lo muestran (véase infografía de la
siguiente página).
» 2004. Los primeros eventos y sus contactos con Corinna. Urdangarin
y Torres ponen en marcha en 2004 el Valencia Summit, un congreso que
intenta promover el turismo en la Comunidad Valenciana a través del
deporte. Francisco Camps, a la sazón presidente valenciano, y la
alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, facilitan el dinero sin concurso
previo para el evento tras reunirse con Urdangarin, según la
investigación. Los correos electrónicos de aquellos años que Torres ha
facilitado al juzgado muestran que el duque de Palma movilizó incluso a
su suegro, el rey Juan Carlos, para conseguir la asistencia de
dirigentes deportivos internacionales al evento y que un significado
empresario francés lo patrocinara.
Ese mismo año Urdangarin
negocia —a sabiendas de su suegro, según los correos— un contrato como
director ejecutivo de la sección española de la Fundación Laureus, con
un sueldo anual de 200.000 euros. Su interlocutora es Corinna zu
Sayn-Wittgenstein, amiga del Rey. El contrato finalmente no se cerró,
aunque Corinna sostiene que Urdangarin cobró 50.000 euros por algún
trabajo relacionado con la Fundación.
» 2006. El Duque abandona Nóos por indicación del Rey.
En marzo de 2006 Iñaki Urdangarin abandona el Instituto Nóos por
indicación del Rey. Un mes antes, los socialistas han preguntado en el
parlamento balear por el sospechoso negocio del duque de Palma. José
Manuel Romero, conde de Fontao y asesor jurídico del Rey, gestiona con
Urdangarin su salida de Nóos. El duque de Palma crea entonces una
fundación, llamada Arete, para seguir con sus negocios. Y la disuelve
dos meses después, nuevamente por indicación del conde de Fontao. En
diciembre de ese año, sin perder su contacto con Diego Torres, crea la
Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, con la que vuelve a
tener una plataforma desde la que recabar dinero público para distintos
proyectos.
Los correos electrónicos de aquel año, remitidos por Torres al juez,
prueban la preocupación por que Urdangarin figurara en un puesto
destacado de la Fundación recientemente creada.
» Más negocios y la intermediación de Don Juan Carlos.
En 2007, Urdangarin intenta poner en marcha un proyecto para que otra
embarcación española compita en la Copa de América, cuya sede era la
Comunidad Valenciana. En un correo electrónico que el duque de Palma
envía a Diego Torres, da cuenta de las ayudas que está pidiendo para que
su idea se haga realidad: “Tengo un mensaje de parte del Rey y es que
le ha comentado a Cristina para que me lo dijera que le llamará Camps a
Pedro para comentarle el tema de la base del Prada. Y que en principio
no habrá problema y que nos ayudarán a tenerla”.
Este mensaje apunta a que Urdangarin, pese a su abandono de Nóos un
año antes, seguía colaborando con Diego Torres en negocios comunes. Y
que, pese a que la Casa del Rey reprueba sus negocios con
administraciones públicas, el duque de Palma seguía utilizando a cargos
institucionales para favorecer sus proyectos empresariales, sin
importarle acudir a su suegro para que mediara a su favor.
“El Rey me comenta”, decía Urdangarin en un correo fechado el 20 de
septiembre de 2007 y dirigido al regatista Pedro Perelló, “que un amigo
suyo ha hecho la gestión que le pedimos a Miguel Fluxá [presidente de
Iberostar]. Por otro lado, le he transmitido a Fluxá la buena sintonía
con el BBVA y que le iba a dar un empujón a Francisco González”.
Para entonces, según los correos electrónicos, seguía la preocupación
por la excesiva exposición de Urdangarin en sus actividades
empresariales. Mario Sorribas, apoderado del duque de Palma en la
empresa Aizoon, cuya propiedad comparte con la infanta Cristina, le
escribe un correo electrónico donde le aconseja: “No tienes que dejar
muy en evidencia que tú eres el alma mater de la Fundación Deporte,
Cultura e Integración Social. Podemos entregar un dossier de prensa
diciendo que tú, como cualquiera de los demás deportistas que nos
acompañan, llevas vinculado a nosotros unos cuantos meses y de una forma
totalmente naturalizada. De esta manera, dejas de aparecer como
impulsor y nadie puede decir que esta es la fundación de Iñaki”.
» El comienzo de la ruptura con Torres. Un correo de
julio de 2008 muestra que la relación profesional de Urdangarin y
Torres se deteriora. “He sabido de tu propuesta de facturación de los
proyectos compartidos. Estos son tus números, no los entiendo, y es más,
estoy en total desacuerdo. Me parece increíble”, dice el duque de
Palma.
El conjunto de los correos electrónicos que forman parte del sumario
del caso Nóos revela una intensa actividad empresarial de Iñaki
Urdangarin, cuya principal fuente de ingresos, al menos entre 2004 y
2006, son las administraciones públicas. Y que durante estos años no
dudó en echar mano de miembros de la familia real para que le ayudaran
en sus negocios.
Algunos significados dirigentes del PP —como Jaume Matas,
expresidente de Baleares— ya han reconocido al juez que adjudicaron
proyectos con dinero público al Instituto Nóos simplemente porque detrás
de esa firma estaba el yerno del Rey. Las presuntas irregularidades en
esos contratos son las que investiga desde hace dos años un juzgado de
Palma de Mallorca.
El papel de la infanta Cristina en los negocios de Nóos está ahora
bajo sospecha debido a la documentación que ha ido aportando Diego
Torres durante casi un año al juzgado.
En las próximas semanas, el juez José Castro deberá resolver si
imputa a la infanta cuando la instrucción se acerca a su recta final. El
secretario de Doña Cristina, Carlos García Revenga, ha tenido ya que
declarar como imputado. Ante el juez ha asegurado que, pese a figurar
como tesorero entre 2003 y 2006 del Instituto Nóos, nunca se ocupó de
las cuentas de ese organismo, y ha exculpado a la Infanta de cualquier
responsabilidad. El juez Castro, tras escucharle, no le ha retirado la
imputación.
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