Jean-Michel Gentil recibió anoche una carta anónima con amenazas de
muerte y varios casquillos de bala. Desde que el viernes pasado decidió imputar a Nicolas Sarkozy por "abuso de debilidad", el magistrado de Burdeos que instruye el caso Bettencourt había sido objeto de diatribas públicas y privadas por parte de la guardia pretoriana del ex presidente de la República. Pero esas críticas poco respetuosas con la judicatura no trascendían el plano verbal.
Ahora sus detractores han pasado al lenguaje de la escritura y de los
símbolos. Porque no hay nada más gráfico, para amedrentar a alguien,
que acompañar la misiva amenazante con varios cartuchos de munición.
Poco importa si al final las balas resultaron ser de fogueo. La
impresión visual es fuerte y el mensaje queda más que claro, meridiano.
La misiva contiene amenazas de muerte contra él, su familia y miembros del Sindicato de Magistrados
El incidente fue denunciado a última hora del miércoles por el
Sindicato de Magistrados (SM) francés, a través de un comunicado
titulado "Serenidad", en el que explica que "después de las
declaraciones indignadas e incluso injuriosas de algunos políticos por
la inculpación de Sarkozy y de que al abogado del encausado, Thierry
Herzog, pusiera en duda la imparcialidad del juez, este ha sido
destinatario de una carta conteniendo municiones, con claras amenazas de
muerte contra él, su familia y otros miembros del Sindicato de
Magistrados".
Ante la gravedad de los hechos, Gentil advirtió ayer a la Policía que ha iniciado una investigación para localizar al autor
del anónimo. El SM ha recordado que el antiguo jefe del estado sigue
gozando de la "presunción de inocencia", por lo que ha apelado a la
"responsabilidad" de todas las partes para frenar esta "intolerable
escalada de violencia".
Como se recordará, el antiguo inquilino del Elíseo rompió el lunes su silencio a través de su página de Facebook para tachar de "injusta" la acusación,
subrayar que empleará todas sus energías en demostrar su "honestidad" e
indicar igualmente que no reclamaba "ningún trato particular que no sea
el de cualquier ciudadano que tiene el derecho a una justicia imparcial
y serena".
Sarkozy cree que su acusación es 'injusta' y afirma que demostrará su 'honestidad'
"Los ataques contra los jueces son intolerables. Todo ciudadano
suceptible de ser llevado ante la Justicia está expuesto a esto, no hay
categorías especiales", había advertido la ministra Christine Taubira a
la emisora RFI, en reacción a las duras palabras que el ex asesor de
presidencia Henri Guaino y otros fieles lugartenientes de Sarko
dedicaron a Gentil cuando se hizo pública la imputación del político
conservador, de quien se sospecha que pudo aprovecharse de la demencia
senil de la heredera del imperio cosmético L'Oréal, Lillian Bettencourt,
para sacarle dinero destinado a financiar ilegalmente su campaña
electoral de 2007.
Dos días más tarde, 'Le Monde' filtró que, cuando Gentil le anunció a
Sarkozy que pasaba de la condición de "testigo asistido" a la de
"imputado", este le soltó al juez en tono desafiante que "esto no quedaría así".
Según el sindicato, esta carta es consecuencia directa del clima
causado por las violentas reacciones de los partidarios del ex
presidente a su imputación. El SM, que ha hecho un llamamiento a "la
contención y la responsabilidad" considera que "la dureza de las
declaraciones de la guardia pretoriana del ex presidente y su intento de
desacreditar la labor de la justicia sólo puede dar lugar a una mala
interpretación de los ciudadanos, la pérdida de confianza en la
institución de poder judicial y, finalmente, el insoportable
desencadenamiento del odio hacia los magistrados encargados de
administrar justicia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario