Los prisioneros confinados en los centros de detención de inmigrantes
de Estados Unidos a menudo son sometidos a medidas de aislamiento
prolongado, según los datos de la Oficina de Seguridad, Inmigración y Aduanas (ICE, en sus siglas en ingles), de los que se ha hecho eco The New York Times.
Aunque la proporción de detenidos sujetos a este tipo de confinamiento
apenas alcanza el 1% del total de la población inmigrante recluida, la
imposición de ese régimen escandaliza a las organizaciones de derechos
civiles y a los abogados especialistas en inmigración por la
arbitrariedad de su aplicación, por los perniciosos efectos para la
salud mental y física de los detenidos y por suponer una violación de
sus derechos procesales,
Los inmigrantes suelen estar recluidos una media de 23 horas diarias […] A muchos se les priva de su derecho a realizar actividades al aire libre, a la lectura o incluso se les impide recibir asesoramiento legal o contactar con sus abogados”
Informe del NIJC
De acuerdo con el estudio del ICE, que se centra en las 50
instalaciones más importantes de EE UU, que aglutinan al 85% de esa
población, de la media de 34.000 ciudadanos que cada día se encuentra
retenida en un centro de detención, 300 están sometidos a aislamiento.
De ellos, el 46% estuvo sujeto a ese régimen durante, al menos, 15 días;
el 21% lo hizo durante 45 días o más y el 11% permaneció aislado un
mínimo de 75 días. El nuevo código de conducta del ICE limita a 30 días
el período máximo de duración de la pena de aislamiento, aunque muchos
grupos de derechos civiles han denunciado que estos confinamientos a
veces se aplican de manera indefinida. Naciones Unidas asegura que la
reclusión en solitario que se prolongue más de 15 días puede
considerarse tortura.
El estudio Invisibles en el aislamiento, que a finales de 2012 publicaron el Centro Nacional para la Justicia para los Inmigrantes (NIJC, en sus siglas en inglés) y los Médicos a favor de los Derechos Humanos,
concluye que “los inmigrantes suelen estar recluidos una media de 23
horas diarias […] A muchos se les priva de su derecho a realizar
actividades al aire libre, a la lectura o incluso se les impide recibir
asesoramiento legal o contactar con sus abogados”. El artículo del Times
señala que la mayoría de las celdas de reclusión son de dos por cuatro
metros y que a muchos de los detenidos no se les permite ejercer su
derecho a llamar a sus representantes legales y que, cuando se les
reconoce esa facultad, es durante la noche, de modo que no suelen
encontrar a nadie al otro lado del teléfono.
El informe del ICE no aclara las causas por las que se impone está
medida a los inmigrantes recluidos, pero Mary Meg McCarthy, directora
ejecutiva del NIJC, denuncia la arbitrariedad de los motivos por los que
se aplica ese castigo. “Muchas veces se trata de gente inofensiva. Los
grupos de derechos humanos han denunciado numerosos casos en los que los
centros de detención han decidido aislar a enfermos mentales, en lugar
de ofrecerles tratamiento, o separar a las minorías sexuales, contra su
voluntad, del resto de los reclusos”. En esta misma línea, The New York Times
señala que “dos tercios de los aislamientos se imponen a aquellos que
han infringido las reglas, han respondido a los guardas o se han
involucrado en peleas”.
Entre los inmigrantes detenidos que han sido
sometidos a régimen de aislamiento, son frecuentes los episodios de
depresión, pérdidas de memoria y los casos de automutilzación
Entre los 429.000 inmigrantes recluidos en los más de 250 centros de detención de EE UU, según la Unión Americana para las Libertades Civiles
(ACLU), se encuentras familias indocumentadas y con papeles,
ciudadanos que llevan en el país muchos años y que ahora se enfrentan a
la deportación, solicitantes de asilo, víctimas del tráfico de personas,
menores o personas enfermas, denuncia Detention Watch Network. The Times
señala que varios psiquiatras coinciden en el impacto negativo que el
aislamiento puede producir en los inmigrantes detenidos ya que “muchos
son víctimas del tráfico humano, la violencia sexual o doméstica o son
supervivientes de la persecución y la tortura en sus propios países”.
Entre los inmigrantes detenidos que han sido sometidos a régimen de
aislamiento son frecuentes los episodios de depresión, pérdidas de
memoria y los casos de automutilación, asegura The New York Times.
En su artículo señala que 18 de los suicidios que se registraron en los
centros de detención en 2003 tuvieron lugar en celdas de aislamiento.
Más allá de las graves consecuencias para la salud física y mental de
los inmigrantes detenidos, las asociaciones de derechos humanos
denuncian la vulneración que la imposición de esa medida supone para los
derechos procesales de los detenidos.
Los inmigrantes que se encuentran en esas
instituciones han sido denunciados por haber cometido infracciones de
carácter civil, no por haber perpetrados delitos de carácter penal y,
por ese motivo, no debería imponérsele ningún tipo de sanción que
contemple el aislamiento
“El propósito de los centros de detención no es aplicar castigos”,
asegura el informe del NIJC. Los inmigrantes que se encuentran en esas
instituciones han sido denunciados por haber cometido infracciones de
carácter civil, no por haber perpetrados delitos de carácter penal y,
por ese motivo, no debería imponérsele ningún tipo de sanción que
contemple el aislamiento. Ellos se encuentran allí a la espera y para
asegurar que acuden a las vistas judiciales que se tratan su caso. “El
sistema de detención de inmigrantes de este país no debería funcionar
como si fueran cárceles”, asegura Mike Corradini, coautor del estudio
del NIJC. “Los detenidos a los que se les aísla, se les obliga a ser
invisibles en la defensa de sus derechos”.
La demanda de una revisión de la política de aislamiento en los
centros de detención de EE UU se ha convertido en una de las principales
denuncias que se ha realizado en los últimos meses al Congreso del país
desde múltiples foros. El subsecretario de Estado, Williams Burns,
anunció el pasado viernes que se ha autorizado a una delegación de la
Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos
para que visite varios centros de detención de inmigrantes. A principio
de este mes de marzo, la relatoría contra la Tortura de Naciones Unidas
publicó un informe sobre el uso de este tipo de confinamiento por parte
del Gobierno estadounidense en esos centros, instando la prohibición de
este tipo de prácticas.
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