Lima,
18 feb (PL) Dos encuestas, aunque con cifras muy diferentes,
acrecientan hoy la posibilidad de derrota de una campaña que pretende
revocar en las urnas a la alcaldesa centroizquierdista de la capital
peruana, Susana Villarán.
Los sondeos de las empresas Ipsos Apoyo y Datum coiciden en ratificar
la tendencia creciente del voto por el No a la revocación y la
declinación de la opción del Sí, que hasta hace poco era considerada
ampliamente favorita para imponerse en al consulta ciudadana programada
para el 17 de marzo.
Esa tendencia ha sido verificada antes por
la empresa CPI y las dos nuevas consultas, divulgadas anoche, difieren
en cuanto a los porcentajes que asignan a cada opción.
La de
Datum registra un virtual empate técnico, pues asigna 47 por ciento por
el Sí y 45 por ciento por el No, lo que, descontando indecisos y votos
nulos en el simulacro de votación realizado, se convierte en 51-49,
aunque con un margen de error de cuatro puntos.
Ipsos Apoyo da
una mayor ventaja al Sí de 56 por ciento sobre 38 por ciento del No,
aunque el director de Apoyo, Alfredo Torres, dijo que la tendencia al
alza del No es consistente, logra reducir la brecha en nueve puntos y el
17 de marzo puede haber una final estrecha.
La directora de
Datum, Urpi Torrado, señaló que la diferencia de resultados entre su
encuesta y la de Ipsos Apoyo puede deberse a cuestiones metodológicas,
pero lo importante es que ambas coinciden en la referida tendencia.
Según la última encuesta de la empresa Datum, el 47 por ciento de la
población de Lima respalda la revocatoria de la alcaldesa de Lima,
Susana Villarán, pero quienes la rechazan alcanzan el 45 por ciento.
La revocación de la alcaldesa es apoyada por los partidos Aprista, del
expresidente Alan García, y Solidaridad Nacional, del exalcalde de Lima
Luis Castañeda, el primero investigado y el segundo procesado, en ambos
casos por posible corrupción.
Respaldan la permanencia de la
alcaldesa hasta el fin de su mandato cuatrienal, a fines de 2014, los
partidos de izquierda, y agrupaciones de centro y derecha, que coinciden
en la necesidad de defender la estabilidad del municipio y evitar que
caiga en el caos.
Diversos analistas coinciden en que García se
ha sumado a la revocatoria para reactivar a su partido, contundentemente
derrotado en las elecciones de 2011 -en las que solo consiguió elegir
cuatro parlamentarios-, con miras a la ambición de ser reelecto por
tercera vez.
El interés de Castañeda, indican esos análisis, es apurar una nueva elección municipal para volver a ser alcalde.
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