La comunidad médica ha avanzado un paso en la búsqueda de una
solución definitiva contra el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH). El equipo de investigadores del Servicio de Enfermedades
Infecciosas y Sida del Hospital Clínico de Barcelona ha presentado hoy
los resultados de una vacuna terapéutica contra el VIH, cuyos resultados
son los más alentadores hasta la fecha. Las pruebas, realizadas a 36
pacientes que seguían la terapia antirretroviral (TAR), demostraron una
reducción de más de tres veces de la carga viral en el 95% de los
infectados, mientras que en los pacientes del grupo control, que
recibieron un placebo, esta reducción no se produjo. Los efectos
positivos, sin embargo, empiezan a disminuir después de la duodécima
semana, para desaparecer al cabo de un año de la aplicación. “La vacuna
no cura del todo a los pacientes. El virus se hace resistente a los
antirretrovirales al cabo de un tiempo, y lo que nosotros queremos es
conseguir la curación funcional”, ha precisado Felipe García, coautor
del trabajo de investigación que ha publicado la revista Science Translational Medicine.
El objetivo de los investigadores es perfeccionar una vacuna capaz de
controlar indefinidamente la replicación del VIH. Se conseguiría así
una alternativa viable de los cócteles antivirales, cuya duración de por
vida supone un elevado coste, además de las molestias para los
pacientes. Para crear la vacuna, los médicos utilizaron células
dendríticas del afectado, para luego contaminarlas con parte del virus
del propio enfermo inactivado por calor en el laboratorio. Estas
células, reincorporadas al cuerpo del paciente, consiguen llegar a los
ganglios linfáticos y alertar al sistema inmunitario de la existencia
del VIH, con lo que desencadenan la respuesta inmunitaria.
Por el momento la vacuna no sustituirá la TAR, ya que después de un
año de su aplicación el virus vuelve a hacerse presente de forma
paulatina. “Esta vacuna no es un producto comercializable. Aunque es
científicamente importante, ha de ser complementado y optimizado antes
de salir a la venta”, ha explicado Josep Maria Gatell, que dirige el
equipo de investigadores del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida
del Hospital Clínico. Gatell añade que "nada que no sea lograr una
carga retroviral indetectable es aceptable", por lo que se seguirá
investigando en esa dirección.
La vacuna terapéutica, descubierta en el marco del programa HIVACAT
para la investigación y desarrollo de vacunas terapéuticas y preventivas
contra el sida, abre el camino a estudios complementarios, con el
objetivo de lograr una curación funcional de los afectados. Esta
curación no supondría la erradicación total del virus, pero sí un
control efectivo de su replicación durante largos períodos o de por
vida, sin necesidad de tratamiento. “La vacuna definitiva será
posiblemente una combinación de diferentes estrategias, tal vez
sumándola a una segunda vacuna terapéutica o a un fármaco que active la
infección latente”, ha especulado Gatell respecto al futuro del
descubrimiento. Aunque el proyecto HIVACAT cuenta con el apoyo económico
de la Generalitat de Catalunya, la Obra Social de La Caixa y
Laboratorios Esteve, Gatell ha evidenciado que el ritmo de investigación
podría acelerarse de tener fuentes de financiación complementarias.
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