Un nuevo escándalo de prostitutas y funcionarios extranjeros estalló
en Bogotá este viernes por la mañana. La juerga, que derivó en orgía,
tuvo lugar el 20 de diciembre pasado en la embajada de Honduras y
terminó como el rosario de la aurora porque los organizadores no quisieron pagar a las prostitutas.
Según se conoció por medio del diario 'El Heraldo de Tegucigalpa', y
luego confirmado por la policía Metropolitana de la capital colombina,
alrededor de la medianoche de la fecha citada ingresó a la sede
diplomática, situada en el norte de la ciudad, un vehículo con dos
prostitutas. Las habían contratado por teléfono para que se unieran a
una fiesta que había comenzado sobre las diez de la noche. El convocante
era Jorge Mendoza, un funcionario muy cercano al embajador, Carlos
Humberto Rodríguez, quien, al parecer, era su conductor y al que habían
permitido vivir en la delegación para cuidarla durante las vacaciones navideñas.
Las dos mujeres permanecieron hasta las cuatro o cinco de la
madrugada. Los asistentes debieron pasarse de copas y quién sabe si algo
más, porque defecaron en la oficina del embajador y en
la de su agregado militar. No se conocen muchos detalles, sólo que las
prostitutas, al parecer enfadadas porque no les dieron el dinero
convenido, arramplaron con todo lo que pudieron, ordenadores, teléfonos móviles y otras pertenencias
de los empleados de la delegación diplomática. No sólo nadie hizo nada
sino que parece ser que otros invitados siguieron su ejemplo.
El destrozo matutino
Cuando los funcionarios llegaron al día siguiente a la oficina, encontraron todo revuelto y a un invitado a la fiesta borracho en el sótano mientras Jorge Mendoza dormía en la lavandería, según informa 'El Heraldo'.
Aunque la seguridad de la embajada es función de las autoridades
hondureñas, llamaron a la Policía metropolitana. Ante el escándalo, el
Ministerio de Exteriores hondureño ha adoptado una postura discreta.
Hasta ahora, ni el ministro ni su viceministra han querido
pronunciarse. Sólo anunciaron que cuando lo hagan, será por medio de un
comunicado.
Como se recordará, durante la Cumbre de las Américas que tuvo lugar
el año pasado en Cartagena de Indias, varios miembros del Servicio
Secreto norteamericano, desplazado para proteger a Barak Obama, también organizaron una fiesta con prostitutas, una de las cuales armó un escándalo
porque no le abonaron la totalidad de sus servicios. Algunos agentes
terminaron sancionados y la prostituta, llamada Tania, vendió su desnudo
y su historia a algunos medios por fuertes sumas de dinero.
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