Los japoneses votan este domingo en unas elecciones en las que se
prevé que den la victoria a los conservadores del Partido Liberal
Demócrata (PDL), después de tres años fuera del poder. Los comicios se
producen en un contexto marcado por la crisis económica, las tensiones
crecientes con China y el desencanto de los electores con la clase
política. Shinzo Abe, de 58 años, líder del PDL, se perfila como próximo
primer ministro de Japón, el séptimo con el que cuenta el país asiático
en los últimos siete años.
Una victoria del PDL desembocaría en un Gobierno comprometido a adoptar una posición más dura sobre los conflictos territoriales que Japón tiene con China en el mar de China oriental, favorable a la energía nuclear –a pesar del desastre de la central atómica de Fukushima generado por el tsunami de marzo de 2011- y partidario de llevar a cabo una modificación de la política monetaria y realizar grandes inversiones en obras públicas para rescatar una economía que se encuentra en su cuarta recesión desde 2000.
Los principales periódicos estiman que el PDL logrará una gran
mayoría de los 480 escaños de la cámara baja del Parlamento, justo tres
años después de la aplastante derrota en 2009 que puso fin a más de 50 años de gobierno casi ininterrumpido de esta formación política cercana a la clase empresarial.
El Partido Democrático de Japón (PDJ), del impopular primer ministro
Yoshihiko Noda, se prevé que obtenga por debajo de 100 escaños, menos de
un tercio de los que logró hace tres años. Los votantes consideran que
el PDJ no ha cumplido sus promesas. El partido de Noda se ha visto
castigado por la lenta y, en ocasiones, confusa respuesta que dio a la
crisis de Fukushima. Los electores también han rechazado la intención de
Noda de subir impuestos, medida que, según ha dicho, es necesaria para
hacer frente a los costes al alza de la seguridad social, debido al
envejecimiento de la población.
El rechazo de muchos japoneses tanto al PDL como al PDJ ha dado alas a
una nueva serie de formaciones políticas, como el derechista Partido de
la Restauración de Japón, fundado por Toru Hashimoto, el popular
alcalde de Osaka, que cuenta entre sus filas con el exgobernador de
Tokio Shintaro Ishihara, de 80 años, un ultraderechista y anticomunista
cuya retórica patriótica ha contagiado toda la campaña electoral. El
Partido Mañana de Japón, también de nueva creación, dirigido por Yukiko
Kada, gobernadora de la prefectura de Shiga, pretende eliminar las
centrales nucleares en un plazo de 10 años y se opone a las subidas de
impuestos.
El anterior mandato de Abe –septiembre de 2006 a septiembre de 2007-
estuvo marcado por una agenda nacionalista. Presionó para dar a los
estudiantes una educación más patriótica. Todo hace presagiar que,
después de las elecciones, Japón pondrá fin al pacifismo que adoptó tras
su derrota en la Segunda Guerra Mundial. Abe defiende la transformación
de las denominadas Fuerzas de Autodefensa en Ejército, lo que
requeriría modificar la Constitución de 1947.
Situación económica
Durante la campaña electoral, Abe, uno de los halcones del PDL, ha
dejado ver que si se convierte en el próximo primer ministro, adoptará
una política exterior más dura, y ha prometido enderezar la situación
económica. Japón lleva años sufriendo deflación. La situación se ha
agravado por la apreciación del yen, que ha castigado las exportaciones.
La economía japonesa registró en el tercer trimestre del año una caída
del 0,9%, con lo que entró en recesión técnica después de que el
Gobierno revisara a la baja sus anteriores cifras del producto interior
bruto (PIB) en el segundo trimestre, hasta mostrar una contracción del
0,1%.
La tercera potencia económica mundial, después de Estados Unidos y
China, sufrió en enero su primer déficit por cuenta corriente en tres
años y el mayor hasta esa fecha, en medio del aumento de las
importaciones y la caída de las exportaciones por la fortaleza del yen y
la ralentización global.
Abe quiere corregir esto. “Con políticas monetarias más fuertes, y
políticas fiscales y de crecimiento pondremos fin a la deflación,
corregiremos la fortaleza del yen e impulsaremos el crecimiento de la
economía”, dijo el sábado, informa France Presse. “Es hora de poner fin a
la confusión y el abatimiento de tres años y tres meses”, afirmó, en
referencia al tiempo en el poder de del PDJ. La percepción de un
empeoramiento de la seguridad –tras el lanzamiento de un cohete de largo
alcance por parte de Corea del Norte y la incursión de un avión chino
en el espacio aéreo sobre unas islas que se disputan Tokio y Pekín,
ambos incidentes esta semana- ha impulsado las opciones de Abe. El
exprimer ministro ha prometido potenciar los sistemas de defensa y
revitalizar la alianza con Estados Unidos.
Muchos analistas, sin embargo, consideran que la probable victoria
del Partido Liberal Demócrata es resultado del desencanto y la falta de
entusiasmo de los votantes, que, simplemente, se han inclinado por lo
que consideran la menos mala de las opciones.
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