El Gobierno de Portugal ha decidido alargar la austeridad a todos los trabajadores, no solo funcionarios públicos y jubilados, sino también del sector privado.
En concreto, a partir de 2013, los trabajadores portugueses sufrirán un corte salarial del 7%, a través de un aumento de sus contribuciones a la Seguridad Social, que pasarán del actual 11% al 18%.
A cambio, las empresas se beneficiarán de una bajada en la Tasa Social Única (TSU), es decir, verán reducida su aportación a la Seguridad Social, que bajará del actual 23,75% al 18% por trabajador.
Así lo ha anunciado esta noche el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, en una declaración sin derecho a preguntas.
El líder conservador ha anunciado su propuesta afirmando que se trata de una "contribución equitativa, un esfuerzo de todos por un objetivo común".
Con esta medida, el Gobierno de Lisboa quiere "bajar los costes de trabajo y aumentar los incentivos al crecimiento y al desempleo", que en palabras del propio Passos Coelho tiene que ser frenado "drásticamente" porque ha alcanzado "niveles insostenibles", por encima del 15%.
En los Presupuestos Generales para este año, el Ejecutivo incluyó como medida de contención el corte de las dos pagas extra a todos los funcionarios públicos y jubilados que ganasen al menos mil euros al mes. Posteriormente, el Tribunal Constitucional rechazó la medida al considerarla injusta porque no afectaba a todos los trabajadores portugueses. Con base a este argumento, Passos Coelho ha decidido alargar la austeridad también al sector privado.
En el sector público, en vez de eliminar las dos pagas extraordinarias, los funcionarios públicos perderán una y la otra será distribuida a lo largo de los doce meses del año. A cambio, también sufrirán el aumento del 7% en la contribución para la Seguridad Social.
En el caso de jubilados y pensionistas, se mantiene el corte de las dos pagas extras (una a partir de los 600 euros mensuales y las dos a partir de los mil euros mensuales) durante el tiempo que se mantenga el programa de ayuda externa.
"La emergencia financiera todavía no ha terminado y los problemas todavía no están resueltos", ha afirmado Pedro Passos Coelho antes de anunciar las nuevas medidas de austeridad.
El primer ministro luso también ha subrayado la "paciencia y el esfuerzo notable" de los portugueses a lo largo de este último año y medio, en el que según el jefe del gobierno de Lisboa, Portugal "ha recuperado la reputación exterior", lo que se ha manifestado en el descenso de los intereses en las últimas subastas de deuda pública.
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