El frigorífico recibiría la máxima sanción prevista por el instituto, consistente en 15.000 Unidades Reajustables, algo más de US$400.000, aunque podría haber otras derivaciones que incrementaran el monto.
Los técnicos del INAC detectaron a través del Sistema Electrónico de Información de la Industria Cárnica (“cajas negras”) que las taras de la balanza estaban bastante por encima de lo autorizado, lo que generaba perjuicios directos e inmediatos a quienes vendían sus ganados a dicha planta de faena, según publica el diario El Observador.
Maniobra en el transporte interno
El frigorífico pertenece a la empresa Bilacor S.A., del departamento de Durazno, según informó el programa Tiempo de Cambio, de radio Rural.
La maniobra se efectuaba agregando peso extra a la roldana que transporta el animal, una tara que debe ser descontada posteriormente del pesaje en la balanza. En cada res se facturaban unos dos quilos por fuera del valor real, lo que era descontado en lo que se pagaba al remitente del ganado.
El actual sistema permitió además rastrear en la historia de los pesajes que se efectuaron en esa balanza, por lo que se estima en casi US$ 1 millón de dólares el valor de la carne que no se pagó debidamente por parte del frigorífico.
Es la primera vez, desde que se implementó el sistema de siete balanzas consecutivas que permite tener un registro constante de la evolución del proceso cárnico en cada animal, en que se aplica la máxima sanción prevista.
El sistema de “cajas negras” implementado por INAC es considerado el de mayor seguridad para el tema carnes en todas las naciones que han desarrollado al máximo esta producción.
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