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jueves, 7 de junio de 2012

Uganda, un siglo de esclavitud colonial

La Habana (PL) Uganda fue una de las joyas de la Corona Británica en el este de Africa, y aunque por la ubicación geográfica su población no sufrió la trata de esclavos, el país padeció los rigores de la opresión colonial.

En las pugnas entre las potencias coloniales por el control del continente, Reino Unido obtuvo el dominio de varios países del área, a los que convirtió en protectorado o colonia según sus intereses.

Unas veces lo obtenía mediante la firma de engañosos acuerdos, elaborados por la metrópoli y presentados a los nativos que no poseían conocimientos legales básicos para interpretarlos, y, otras, por el uso de la fuerza.

El reparto de Africa entre las potencias europeas, en la Conferencia de Berlín (1884-1885), no hizo más que dar derecho de propiedad sobre los territorios que habían ocupado desde el siglo XIX.

Una propiedad que no sólo contemplaba los territorios sometidos a intensos saqueos de sus recursos naturales, sino que comprendía también a las poblaciones autóctonas oprimidas y carentes de derechos.

Debido a la composición étnica, gran parte de la población ugandesa habla distintas lenguas: teso, banyakole, batore y bugande, aunque el inglés es el idioma oficial. Predominan los grupos bantús, nilóticos y pigmeos, estos últimos habitan en las zonas boscosas.

El territorio de Uganda lo compone un conjunto de mesetas que descienden suavemente hacia el noroeste donde corre el río Nilo Blanco, el cual nace en el lago Victoria, el mayor del continente.

El Nilo Blanco penetra en Sudán -y en Jartum, la capital-, se une al Nilo Azul que tiene su nacimiento en el lago Tara, en Etiopía. La fusión de ambos forman el Nilo, el cual recorre Egipto y vierte sus aguas en el Mediterráneo.

Otros accidentes notables de Uganda son los lagos Eduardo y Alberto, nombres dados por los colonizadores, separados entre sí por el macizo volcánico Ruvenzori. El clima es tropical, con buenas condiciones durante casi todo el año.

ANTES DE LA COLONIZACI�"N

Habitada por pueblos pastores, el territorio de la actual Uganda fue invadido por migraciones bantús provenientes de Camerún en el Africa Occidental, las que ya para los siglos XIII y XIV habían constituido reinados comparativamente desarrollados.

Los cuatro reinos que formaban el país eran Buganda, Ankole, Bunyoro y Toro, además del territorio autónomo de Busega. La zona árida que separa la faja costera de la región de los lagos, cuna de esos cuatro reinos, sirvió de barrera contra la dominación musulmana.

Con esa civilización establecieron relaciones comerciales en el siglo XVI. También en esa época, los cuatro reinos comenzaron a comerciar con poblaciones que hablaban swahili. Ambas tuvieron una gran influencia en la formación de la cultura y la religión del país.

REINO UNIDO

Para 1860 el reino Buganda -que llamaba a su soberano Kabaka-, alcanzó un considerable desarrollo y poderío. Desde varios puntos, los británicos llegaron al lugar en 1862.

Esos expedicionarios al mando de Baker, Speke y Grant entablaron relaciones con el reino bugandés hasta que en 1880, con la firma del Tratado de Heligoland, el territorio quedó bajo el dominio de la Corona Británica.

La colonización de Uganda fue cedida por la Corona a la Compañía British East Africa Co., al frente de la cual se encontraba lord Frederick Lugard, quien sentó las bases para que en 1884 el reino de Buganda, y en 1886 todo el territorio de Uganda, fuera declarado protectorado británico.

Pero la colonización fue pacífica. La organización política de los reinos obstaculizó el dominio inmediato europeo. Sin embargo, la resistencia fue vencida por la división que fomentaron los colonialistas para entorpecer el proceso de unidad nacional y la represión a las voces de protesta.

SIGLO XX

En las primeras décadas del siglo XX el cultivo de algodón tomó gran auge. Terratenientes europeos le dedicaron grandes extensiones de tierra y el país se convirtió en el segundo productor de algodón entre las colonias británicas de la India. La Corona prohibió ese cultivo a los africanos.

Otro decreto que la Corona impuso a los nativos fue el trabajo obligatorio en la construcción de carreteras y edificios públicos durante un mes al año sin remuneración. Una medida que causaba sufrimientos adicionales, pues afectaba su sustento.

Jóvenes ugandeses que habían estudiado en el exterior, principalmente en Reino Unido y la India, regresaron con nuevas ideas contra la dominación colonial.

Así surgió en 1918 la primera organización de intelectuales: La Asociación de Jóvenes de Uganda.

Las décadas siguientes fueron de constantes luchas de la población por sus derechos políticos y económicos. Al igual que ocurría en las otras colonias, la Corona Británica perseguía y encarcelaba a los dirigentes de las organizaciones que demandaban participar en los asuntos del país.

Esta situación se agudizó con el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La participación de los africanos en la contienda se tradujo a su regreso a Africa en ideas anticolonialistas y en favor de la independencia.

Ese proceso comenzó a cristalizar en la década de los años 50 con la creación de partidos políticos que demandaban abiertamente la independencia. Con horribles represiones, no sólo en Uganda sino en otras colonias, Reino Unido intentaba mantener su imperio colonial.

Bajo intensas presiones populares, en marzo de 1962, la Corona tuvo que otorgarle la independencia a Uganda. Se cumplía exactamente un siglo de la esclavitud colonial británica.

*Periodista cubano especializado en política internacional, ha sido corresponsal en varios países africanos y es colaborador de Prensa Latina.

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