Algunos estudiosos insisten en que el tema de las drogas está detrás de todo ello: Holanda ha legalizado algunas drogas sociales livianas y con ellos ha evitado llenar sus cárceles de jóvenes que suelen salir de prisión bastante peor de lo que entran.
Como referencia de libertades en el tema, el estado de California, que era relativamente tolerante con algunas drogas, dejó de serlo y ahora tiene 36 millones de habitantes y 171 mil presos, buena parte de ellos acusados de fumar o vender marihuana.
Solución
Holanda insiste que si bien algo de razón puede haber en el tema, es imposible legalizar el consumo si no se lo acompaña con una política educativa seria de educación sobre usos y efectos.
En cuanto al tema carcelario puntual, el ministro de justicia anunció el cierre de estas cárceles, lo que generará desocupación entre los carceleros: 1200 puestos de trabajo se perderán. No obstante una solución está ya anunciada: la posibilidad de “importar” presos de la cercana Bélgica, los que serían alojados en las prisiones holandesas hasta cumplir su condena.
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